DE UN ÁNGEL SOBRE LOS DELFINES

Orense, 4-7-2012 Arael, sobre los delfines

Mis amados soles, yo os amo y tengo a bien encomendaros a mis guías guardianes para que os ayuden en estos momentos tan transcendentales. Yo quisiera explicaros el motivo de ésta comunicación. Siendo sincero y percatándome de vuestra dedicación hacia los delfines y sus familias, yo quisiera expresar mi emoción, y a la vez mi preocupación.

Son seres elevadísimos en conciencia que en su día decidieron prestar más atención al mar que a la misma Tierra. Tienen una gran sabiduría y tratan de que los mismos continentes donde se encuentren, estén energéticamente llenos de esa energía pura que ellos emiten; y tratan de que esa composición de ondas equilibre el mar, puesto que hoy es una gran precariedad y los mares no se sostienen por ellos mismos.

Están llenos de contaminantes y productos que empobrecen todo con sus aguas radioactivas. Son una de las claves que hay que analizar. Los fondos marinos en estos momentos se encuentran desmaterializados por la contaminación, y sus vertidos tóxicos provocan que se destruya la fauna marina y todo lo que en ella habita. Los animales marinos cambian su aspecto, y su transgresión es tan grande que todo depende de estos seres tan racionales que viajan de norte a sur, tratando de purificar sus aguas residuales para que todo tome un cariz moderado y se empiece a ver su capacidad de entrega.

Haciendo mil ejercicios por los mares, estos seres bondadosos nos entregan lo mejor de sí: “su puro amor”. Están satisfechos de su trabajo hacia la Humanidad, y se entregan diariamente para alejar las pésimas energías que hay en las costas. A pesar de sus encalladuras, no les importa morir con tal de limpiar a fondo sus aguas.

Son como los mismos ángeles que frecuentan la Tierra para ordenar los pensamientos de sus hermanos los terrenos. Son seres con una evolución muy superior y tratan de que las aguas sucias sean transmutadas y canalizadas a una fuerza superior, porque así estarán más energéticamente limpias y puras, donde podrán seguir habitando toda clase de crustáceos sin que mueran por no tener la suficiente energía para poder vivir en éste medio.

Son escasos los medios que se ponen para poder liberar al planeta de ésta situación insostenible. Nadie pone los medios para que esto se arregle, y nosotros tratamos en balde de que éste frente se esclarezca. Mientras las luchas y los rencores no se detengan, y las personas no se conciencien que todo esto provoca un temor más grande en estos seres que tratan de que todo se estabilice, ellos seguirán enviándonos mensajes a través de sus sonidos tridimensionales, para que sean oídos y sean tratados con respeto y dignidad.

Ellos saben bien donde se han metido: "en medio de una jungla marina casi despiadada” pero ellos con la frecuencia de sus sonidos limpian y limpian hasta la saciedad. No les importa su condición, solo su valoración. Necesitan una vibración rápida y os piden que les echéis una mano caritativa, puesto que ellos trabajan para limpiar algo para vosotros y que se purifique el medio.

Vosotros sois los causantes de éste desastre, y como tal, tendréis que ayudar a las ballenas y delfines a que se encuentren a gusto en su hábitat, trabajando. Como os decía: son tan majestuosos... y, efectivamente, ellos no quieren ver la desolación que hay en los mares y necesitan de vosotros. Con vuestra vibración y vuestra oración también les vale.

Son momentos de unión en el Cosmos; y todos en el mismo orden pidiendo y transmutando para que todos podamos disfrutar de la unión y estrechar los lazos. Y así, conscientemente, nos abriremos más en mente y los proyectos serán más luminosos y los seres se acercarán más al progreso espiritual.

Todo está programado. Solo hay que llevarlo a la práctica, tratando de ser seres con cordura y entregando el corazón en cada deseo; y fortaleciendo cada sentimiento y entregando a los demás todo aquello que nosotros tanto deseamos alcanzar en su justa medida. Todo tiene una finalidad: aprender y crecer, y dejarse orientar por aquellos que tanto os aman.

Sí somos necesarios y vosotros lo sabéis, y tendréis que comprender que necesitamos lo mejor para estos momentos de un cambio tan energético como éste. Todos soñamos que ésta situación sea pasajera y traiga algo verdaderamente maravilloso, y todos los seres se puedan beneficiar de ello. Con ello se establecerá el orden en la Madre Tierra, y la belleza se verá por todos los rincones de éste planeta azul y bello; y todo relucirá en los mares, gracias a estos seres fantásticos que hacen las delicias con la depuración en todos sus trabajos.

Miremos con cordialidad a todos los seres que trabajan para la limpieza de la Tierra, y que tanto respeto se merecen, al entregarnos cada día un minuto de su tiempo. Gracias por tanta bondad y tanta entrega hacia todos nosotros, y tenemos que ser consecuentes con todo lo que hemos generado a lo largo de nuestra vida terrestre.

¡Ay mis luceros amados de todo éste planeta! Tengamos en cuenta tanta bondad de unos seres que se entregan por voluntad propia al servicio de ésta Humanidad, dando tanto ejemplo de gratitud a la madre que los vio nacer y los acunó en su regazo; dando así su leal servicio a la hora de invertir sus energías, llenándolas de virtud y sanándolas como quien sana a un niño chico, dándole cariño y protección, y silbando un suave canto de energías que se extienden desde un costado del océano a otro, emitiendo estos sonidos tras sensoriales para calmar y sanar el mar de todo éste plano físico.

Os digo y repito: sin ellos no sería posible limpiar éste bello y desolado planeta. Gracias delfines y ballenas por vuestra gratitud al sistema. Os amamos y deseamos esa pronta recuperación de todos los mares.

Que Dios os proteja a todos los seres de la creación, y tened a bien una plegaria para ellos. Que la luz nos guie a todos y abra las mentes de aquellos que no cuidan ni protegen el mar. Benditos todos. Que así sea. Que la energía sanadora y arrolladora nos de la paz y la visión de ser más considerados con los demás.

Un saludo de todos estos seres que se prestan para la renovación de un lugar sano y limpio. Que así sea. Araél.