Orense, 12-9-2015 Reflexiones
La esencia de la tercera dimensión aún nos envuelve y nos mantiene anclados a unas energías que ya no corresponden al actual momento evolutivo que estamos viviendo.
Es hora de pasar página y vivir esta nueva realidad que se está manifestando en el tiempo que vivimos, mirar hacia adelante y salir al encuentro de estos maravillosas energías que están impregnando a todo ser racional e irracional.
Activemos ese percutor interior y abrámonos a esta vibración que todo lo envuelve y transforma con la esperanza de descubrir quien realmente somos y a qué hemos venido.
Son muchos los hermanos que están a nuestro servicio ayudándonos a concluir una etapa de aprendizaje y experiencia.
Tomemos conciencia de este importantísimo momento que vivimos y demos ese paso hacia adelante. Internémonos en esa vibración de la 5ª dimensión y disfrutemos lo logrado.
Demos gracias al Padre por habernos ayudado a liberarnos de esa oscura ignorancia que nos mantenía prisioneros, sufriendo sin poder encontrar una solución a nuestras penosas vidas.
Hoy es tiempo de regocijo y celebración, ¡porque lo hemos conseguido! Aunque aún queden hermanos atrapados en esa entramada oscuridad a modo de tela de araña.
Seamos verdaderos faros para otros hermanos y guiémosles a través del ejemplo y el buen consejo. Nadie se quedará sin su merecido premio, pero primero debemos desearlo y abrir nuestra mente y corazón para lograr sintonizar con esas energías que nos están llegando en la actualidad.
Somos unos afortunados de poder vivir este momento tan especial en el que nos estamos fundiendo con las vibraciones superiores al tiempo que se diluyen las viejas energías.
Grandes acontecimientos están por suceder, pero debemos ser nosotros quienes ayudemos a concretar y atraer el cielo a la Tierra, a través de la toma de conciencia.
Sigamos avanzando como un gran tsunami que todo lo arroya a su paso y lo inunda de una energía gratificante y restauradora. No perdamos más el tiempo ni vacilemos a la hora de emprender esta maravillosa aventura sin final.
Dejémonos trasportar por esos vientos solares hacia dimensiones superiores y vivamos con regocijo el éxito alcanzado, y que así sea.
Gumersindo Matilla Acebes
