Orense, 2-5-2014 Mensaje de un ser de Luz
Recibido por Mª de los ángeles Vázquez Pérez:
Hola, te hablo a ti, a ese ser que afortunadamente abre las puertas de la bondad. A ese ser luminoso que despierta y ve la Luz radiante que hay en ese manantial de aguas limpias y puras. A ese ser que despierta de la pobreza espiritual y se prepara para ser guerrero de la Luz y llevar el estandarte a todos los lugares sin excepción sin utilizar su mente, solo su corazón.
A ti mi amigo amado que encontraste ese tesoro dentro de tu ser y eres feliz. No necesitas nada más, solo alejarte de lo negativo, pues podía enturbiar tu aura de Luz resplandeciente que, como ves, está ahí dentro. Nadie más que tú puede verla y sentirla. Es la Luz de la bondad, misericordia infinita, Amor y quietud.
Te encuentras en ese lago de tranquilidad absoluta y no deseas nada más. Eso, mi dulce corazón, está dentro, no fuera. Tú sabes que Dios escondió los tesoros más hermosos para regalo de sus hijos en el lugar más seguro, donde nadie podía robarlos; solo el propio individuo podía rescatarlo; y pasados miles de años sus hijos al fin han encontrado tal digno escondite. Y el primero en encontrarlo ¿Quién ha sido? Esto es un gran misterio, nadie dijo nada; solo aprendió que dentro de él mismo estaba la fuente de vida que posiblemente estuviese por miles de años desde la Creación del átomo y nadie se preocupase de buscar el tesoro oculto; pues sabéis que se buscó en las cimas de las montañas, en los desiertos y en tantos y tantos lugares de búsqueda para que luego, después de mucho cansancio se debieron de dar cuenta de que el tesoro poseído estaba dentro del mismo ser.
¿Qué misterio esconderá Dios en su interior? ¿No lo sabéis, verdad? solo Él puede decirte todo el secreto que está ahí también guardado.
¡Ay hijito, hijita! Qué sinfonía de Amor hay dentro de ti. Qué agradable vida te espera conociendo un poquito de este secreto que Dios guardó dentro de tu ser. Ahí están todos los planetas que rigen tu existencia. Todas las estrellas que lucen en tu corazón. Todo el placer que hay en todos los lagos y la serenidad que hay en todo el planeta. Dentro de ti también están todos los volcanes del conocimiento y todo el suministro, para que no te falte nada de nada mientras andes en esta andadura de la vida terrestre.
Ay mis benditos hijitos que os digo: -No busquéis más, solo indagar en vuestro ser. Ahí está todo escondido: “La dicha de cada uno”. No perdáis más el tiempo en buscando en lo material. Si buscáis joyas para poneros encima, éstas están dentro de vosotros. Si buscáis riquezas, están ahí esperando. Si buscáis paz y Amor, ahí están.
Solo en la armonía de vuestro propio ser encontraréis ese remanso de dicha, de Luz, de alegría. No penséis que tenéis que pagar por esos atributos que se consideran los más amplios y seguros. Esto no se compra con cheques ni en metálico, se regalan, pues es la bondad del Padre y Madre que Él desea dar a cada hijo adorado. Estableced un contacto más íntimo con Él. Habladle de tú a tú y contarle todas las cosas buenas y malas; y en ese contacto de expresiones más íntimas podrán amarse más y mejor.
Eso desea Dios para ti. No abandones nunca este episodio de apertura y reconocimiento. En tu interior sabes que Él no duerme con los ojos cerrados, sino con ellos abiertos y así te escucha siempre. Cuando necesites ponerte en conexión con Él y llenarte de gozo, hazlo, hazme caso; no sabes tú lo hermoso que es el sentir que estás drogado por su verdadero Amor.
Hoy soy un ser muy afortunado de haber sentido este regalo dentro, muy dentro de mí, y deseo decírtelo todo. Espero que tú estés dispuesto a creerme todo cuanto te dije. Sé que tú lo harás, porque has empezado a bañarte en esas aguas sanadoras y llenas de Amor y purificación.
Sé feliz en este día tan fantástico. Ábrete a la Luz que hay en tú interior y mírate que riqueza encontrarás dentro de él. Y sabiendo que me imitarás, te dejo en compañía de tus sueños y hechos que realizarás a partir del Día de hoy. Sabes que te amo, a pesar de tus grandes dudas, y te espero aquí en esta Luz de Amor, para inundar tu alma y llenarla de Amor vivo.
Te amo siempre. Yo, el Gran Amor del Universo, y me expreso así.
Om namaste.