Orense, 30-8-2014 Comunicado de Mateo
Canalizado por Felisindo:
Amados hermanos, que el Amor descienda sobre vosotros. Deseo y os agradezco que le hagáis llegar este comunicado a este hermano. Son horas de recogimiento y felicidad. El Amor de un hermano que regresa a casa después de completar su estancia entre vosotros.
Amados míos, os agradezco el momento y el campo magnético que me habéis creado para yo poder dispensar unas palabras de recogimiento hacia vosotros. Amados míos, la Luz y el Amor, qué fácil es hablar de ello y qué difícil es interpretarlo...
Como bien sabéis, este hermano ha sido seleccionado por sus características de fortaleza física, movimiento de poder moverse de un sitio para otro para ayudar a otros a despertar; el despertar que a él también le hemos hecho en su momento y llegado a este grupo de instrucción, para completar y seguir completando su instrucción en la Tierra.
Amados míos, os agradezco todo lo que habéis hecho por él y seguiréis haciendo. En el Amor os pido que nunca interpretéis mal ninguna palabra ni ninguna acción. Cada uno estáis en el sitio encomendado. Este hermano necesita de vosotros; le sois imprescindibles a la hora de ayudarle a progresar, a ver y tranquilizarlo, para poder llevar a otros lugares lo que aquí vosotros realizáis y recibís, y multiplicáis al ciento por uno todos nuestros consejos.
Se da cuenta de muchas cosas. Se da cuenta de una persona que le hemos puesto a su lado que lleva varias vidas con él, y que él bien hace. Siempre que tiene que ayudar a alguien, no lo hace sin su amada y desinteresada colaboración. Colaboración de todos en esos momentos.
Cada uno de vosotros sois muy grandes. No os deis por orgullosos, pero tampoco quiero que cada uno lo que hace, no lo tome por cosas pequeñitas; sois muy grandes, cada uno en vuestro puesto. Si lo analizáis bien, ninguno puede realizar el trabajo del otro.
¿Cuántos podéis tocar una guitarra? ¿Cuántos podéis acariciar la Luz? ¿Cuántos podéis ayudar a vuestros hermanos en las tinieblas? ¿Cuántos podéis recibir una palabra del Amor de nuestros: Madre María, el Amado Jesús, nuestro Amado Padre y todos los seres de la Luz. Ellos vienen a su vida y le endulzan sus momentos.
Amados míos, y todas las demás personas que se acercan a escuchar y que también hacen su trabajo de colaboración. Aunque crean que no, vienen a donar esa energía que también os es necesaria y muy importante. También su compañera de viaje que, a veces en la soledad le tiene que dar aliento y proyectarle esa energía que necesita en los momentos más bajos.
Este es un momento para él de experiencia muy grande. Le toca caminar, salir a predicar. Por las circunstancias de la vida, él se puede mover. Puede ir, puede venir, el dinero no le va a faltar. Tiene que hacer ese trabajo. Le queda un año de mucho trabajo, ¡mucho trabajo! Le estamos dando algo de trabajo y más trabajo, lo tiene que seguir haciendo y lo tiene que aceptar.
A partir de un año, a finales del 2015, le empezaremos a quitar algún trabajo de lo material de la Tierra, no de lo espiritual. Lo estamos cargando en ese trabajo espiritual. Tiene que seguir.
Os quiero aclarar que el comunicado que habéis leído, lo tenéis que interpretar en contexto de otro grupo que sigue necesitando el apoyo que vosotros ya tuvisteis en otro momento. La interpretación, os pido que la hagáis a nivel general. Este comunicado fue dado en un grupo, fue leído en otro, fue humillado y menospreciado. No puede dejarlo, tiene que seguir, y tiene que tener claro que la humillación es la Luz del Amor. Tiene que tener claro que en ese momento que le contestaron con esas palabras que le hirieron, se le ha permitido ver esa instantánea, ese flas de ese momento de cuando la Madre María tuvo que poner a su hijo en aquella cestita y echarlo por el rio Nilo abajo. Qué más dolor y qué más sufrimiento que una madre tenga que abandonar a su suerte a su hijo.
Quiero, hermano, que pienses cada vez que te intenten humillar, en el sufrimiento de nuestra Madre que ha tendido fe y que ha permitido que su hijo fuese abandonado a la suerte y a la Luz. Por lo tanto, sigue trabajando. Ya sabes cuál es tú trabajo, cual es tú cometido y lo tienes que realizar.
Tú, como bien sabes, ya sabes que esa persona querida a la que te han unido estas, desde hace algún tiempo, según se iba apagando su vela se iba encendiendo la tuya. No temas ni tengas miedos, y ten plena fe en nosotros; nosotros estamos ahí. Como bien tus hermanas te comentaban, que las vidas estaban condicionadas y unidas al partir, ten fe en nosotros.
Es verdad que lo que hace la medicina muchas veces es obstaculizar más al espíritu que beneficiarlo, pero es el momento que tenemos, y tenéis vosotros que luchar contra él; pero también quiero que tengáis fe en nosotros, y la fe os la hemos demostrado: ha sido trasladado de planta y se llevó a la materno infantil para que pueda estar como se lo merece: -con tranquilidad y más recogimiento para que podáis tener vuestros momentos de intimidad y podáis despediros como os merecéis.
Porque si nuestro Padre no deja a ninguno de sus hijos a la deriva, ¿cómo iba a dejar a un trabajador incansable de la Luz? El Amor del Padre hacia sus hijos no tiene límites. Y nosotros, los seres de Luz, no necesitamos que nuestro Padre nos encomiende nada hacia ninguno de los hermanos nuestros, porque ha sido de los colaboradores, aunque su conocimiento y su momento de vida no ha sido el más adecuado; pero también tiene mucho valor por el momento que ha transitado en esta vida.
Si vosotros os podéis quejar de la oración, imaginaros a ellos cuando tenían que ir andando a distintos pueblos a escondidas para que no los tacharan de cosas que no estaban bien vistas en aquel momento. Así que, hermanos míos, no temáis; trabajad que bien os han dicho que: -por la obra se conocerá el autor.
Quiero aclarar, que esta partida de este hermano suyo le dejará otras puertas para que sean abiertas. Está en una familia de mucho trabajo, donde va a tener que trabajar mucho, donde su madre va a despertar y lo va a tratar más como a un hijo; como un hijo del Amor. Donde va a hacer las paces con su hermano, y donde tendrá que cuidar esa familia muy necesitada; igual que la familia de su compañera.
Ha sido humillado, ha habido habladurías de él, cosas que no eran ciertas, pero que no se preocupe. Esas palabras, esas lanzas se han convertido en fuego de Amor; ese Amor que él tiene que dispensar sobre esa familia, muy, muy necesitada también, y muy perdida. Muchos de ellos ya no ven el momento para pedirle perdón. Él, que lo acepte. El que perdona construye; construye para su interior y para el Amor y la Luz.
Amados hermanos, la vida en la Tierra está llena de altibajos. Esos altibajos en los cuales tenéis que saber luchar y hacerlos cambiar. Transmutarlos y ayudar a todos vuestros seres queridos, y a los que no son tan queridos.
Estamos agradecidos por el trabajo de esta semana. La cantidad de horas que le ha dedicado a la Luz, a la energía y a todos esos hermanos. Quiero recordar a ese ser de enorme Luz que también vino a sufrir a esta vida; que no tenía necesidad de venir a esta vida y ha venido a enseñar a dar Amor, la Inocencia, la Pureza. Ese amigo vuestro y hermano, ayudadlo.
Pr: ¿Puedo hacer yo una pregunta, hermano?
-Dígame.
Antes hablaba yo aquí sí podría aplicarle la terapia de los imanes, “el par biomagnético” para controlar esa agresividad hacia sí mismo, y si vosotros lo veis prudente.
-Todo lo que sea trabajar encaminado a la Luz, y que no sea nada contaminante para su espíritu, es bien venido. Todos, los imanes y otras alternativas. En el fondo hay muchos caminos para llegar al Reino de Dios. Todos los caminos que se puedan hacer con el corazón en la mano y con la fe, con la ilusión y con las ganas de mejorar, bien venido sea.
Vosotros en la Tierra tenéis un montón de caminos, porque la mente del hombre tiene la necesidad de crear y cada uno distintos caminos, por toda la tradición y por toda las herencias recibidas de siglos pasados, de vida tras vida y de distintas sociedades. Aplicadlo. Seguid ayudando, os lo va a agradecer. Va a ser bueno para él, para su familia, y para todos sus amigos y conocidos. Porque se preguntarán qué pasó, y esa pregunta es muy necesaria. Porque habrá gente que cuando se pregunte qué pasó, encontrará el camino también, y entonces ese hermano también conseguirá parte de su trabajo en esta vida.
Todos los que sabéis, que conocéis y palpáis la Luz, tenéis que ayudar. De cualquier manera cualquier semillita pequeña puede brotar. Procuradla y echadla en buena tierra; pero si alguna cae entre zarzas, no os preocupéis, seguid sembrando porque habrá hermanos que tendrán que ser retirados. Es el libre albedrío. El hermano que no quiere reconciliarse con su hermano, o el hijo que no quiere ver a su padre, lo hay que dejar. Entonces, si podemos sembrar, si sembramos cuatro semillas, tres no darán fruto, pero una dará el ciento por uno. ¿Qué más queremos? Dadle gracias al Señor que le diera esa energía y esa Luz para poder brotar.
Pr: ¿puedo hacerte una pequeña pregunta? Antes dijiste que María puso el niño en una cesta y lo echó al rio, pero, eso no fue en aquella encarnación, sino cuando fue Moisés. Entonces, pregunto: -¿La hija del faraón que tuvo aquel niño, también fue María, la madre de Jesús, en la siguiente encarnación?
-Sí, eso fue cuando Jesús vino en aquella otra época. Jesús vino a distintas vidas como muchos Seres de Luz. En cada vida se pudo encarnar en distintos cuerpos y con distintos nombres. El Amor fue siempre el mismo; los cuerpos y el nombre fueron distintos.
Os quiero agradecer el Amor que me dispensáis y la felicidad con la que me recibís. Os deseo que sigáis trabajando en el mismo camino y que os brinde una feliz estancia en este momento en la Tierra, y que seáis bendecidos. Adorados ya sois por la Luz y por vuestros Hermanos de la Luz.
Os lo agradezco y os bendigo: -En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
