LOS ANGELES NOS ENVIAN SU LUZ A NUESTROS CORAZONES

Forestales, Sol, Sombra, Verde, Amarillo

Orense, 15-4-2017 Mensaje de los ángeles

 Canalizado por Mª de los ángeles V.P:

 Veo un edificio como de cristal, con una galería muy grande muy grande. Se ve mucha energía azul, muchísima. Parecen nubes pero no lo son. Mucha claridad, mucho brillo, y se ven en esa galería muchas caras iluminadas. Están mirando la tierra y están proyectando mucho Amor.
 En medio de esos seres hay muchos ángeles; unos van vestidos de rosa, otros de azul, otros de amarillo, otros de verde, y todos cantan y envían su energía a la Tierra. Esta es canalizada hacia nuestros corazones como rayos de colores que están rompiendo la piedra que está en nuestro corazón. La rompen para que los corazones se hagan más sensibles, más sensitivos, más plenos de Amor. Rompen en mil pedazos todo bloqueo con ese Amor que ellos proyectan.

 Es una sensación muy noble. Hay tantos seres… con caras angelicales… Nos miran con tanta ternura… Apenas hay espacio entre allí a este lugar en el que nos encontramos nosotros, pero nos miman.

 Sus palabras resuenan en mi mente y dicen: Os amamos. Y se sonríen plenos de felicidad, dando lugar a una emoción tan grande… Nos aman tanto, tanto… y dicen: Benditos seáis por la labor tan maravillosa que estáis realizando. Ellos nos dan las gracias a nosotros por colaborar con ellos, y a la vez nosotros agradecemos todo lo que ellos hacen. Es tal el inmenso Amor que proyectan a la Tierra…

  Me dicen que Boris está bien, que su gentileza, su Amor, su corazón tan grande, esa llama que brota dentro de él. Él también estuvo haciendo su labor en la Tierra. Y dicen que es precioso tenerlo de nuevo entre ellos. Yo no lo veo, pero me lo dicen.

 Solo nos piden gratitud, gratitud y agradecimiento. Y nos envían mucha fuerza para pasar todas las pruebas, aquellas que están aún por venir.

  Cantan y bendicen, y también cantan el Aleluya, al tiempo que nos envían ese rayo de Luz que va dirigido a nuestro corazón y rompe las piedras de la amargura que tenemos en nuestros corazones debido al sufrimiento pasado.

 También dicen que pidamos perdón a nuestros antepasados y que los amemos porque ellos no sabían más. Que los amemos con devoción porque nos dejaron una huella muy amplia para que nosotros pudiéramos caminar y también hacer una buena labor.

  Dicen que sintamos el Amor grande, ese Amor tan grande y puro que nos envían y que respetemos al prójimo. Que no juzguemos y que vivamos en paz y alegría, y que seamos dichosos a pesar de todas las dificultades. Que es una dicha aprender aquí en la Tierra. Es muy importante que aprendamos todo el conocimiento.

 Yo les digo: Gracias hermanos soles por toda la diversidad, por todo lo que nos están enviando; por toda la ayuda tan grande que estamos teniendo. En mi corazón deseo que se amplíe cada día más para poder amar a todos los seres por un igual, para que no haya diferencias, para que sepamos perdonar.

  Gracias; gracias a ese Maestro querido que tanto nos ama... A la Madre Divina que tanto se está esforzando para que aprendamos, y a todos los maestros que tenemos en las atmosferas siderales, y a todos los seres que están enviando tanta Luz para que nuestro planeta suba y nosotros con él. Gracias a todos los seres que esta tarde han estado aquí y a toda la Luz que llegó a nosotros; y también a todos los seres que han estado aquí sentados escuchando y que desean progresar.

 Gracias al Amor Divino que está siendo canalizado y repartido. Gracias. Gracias Señor a la Divina Misericordia por protegernos. Gracias a todos los seres de las altas esferas que nos comunican que somos tiernos y trabajamos sin descanso, cuando quizás deberíamos hacerlo más a menudo. Ellos lo agradecen todo.

 Gracias, gracias Señor por Tú protección. Gracias, gracias, gracias. Te pido protección para mí y mi familia, y para toda la Humanidad. Que así sea.

 Y dicen los ángeles: -He aquí la esclava del Señor.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo

Bendita Tú eres entre todas las mujeres

Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, madre de Jesús

Ruega por nosotros los humanos, ahora y en la hora de nuestra Desencarnación

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo

Como era en un principio, ahora y siempre

Por los siglos de los siglos, amén.