Orense, 6-6-2017 Mensaje de la Madre María
Canalizado por Mª de los ángeles V.P:
Luz Amor e ilusión para todo el planeta Tierra y todos sus habitantes.
¿Qué pensáis? ¿Qué decís ante tanta corrupción? ¿Estáis dormidos? ¿Qué necesitáis para que vuestras almas despierten y pongáis punto y final a esta desolación sin medida? ¿Qué teméis que no podéis pensar con claridad?
Yo, mis amados hijos, sufro viendo el infinito letargo que hay en vosotros. ¿Cómo es que pedís ayuda y sin embargo se os olvida el agradecimiento a la colaboración de mis ángeles y todos mis ayudantes que persisten en ayudar a esta Humanidad en darle la Luz necesaria para que sus corazones se iluminen y crezca la bondad y la misericordia en cada ser?
Luz y esperanza en cada espíritu que redime sus ansias de abandono y lucha por salir adelante con la esperanza de encontrar el camino a la libertad, encontrándose a sí mismo y viéndose frente a ese espejo gigantesco que refleja con claridad humana todos los deslices y atropellos cometidos a lo largo de sus existencias temerosas. Han sido algunas, pero está encauzando su existencia y sistemáticamente está dándose que la vida en sí es un apunte primordial para su progreso y cultura.
Todos, hijos míos, habéis pasado momentos duros ante los que debierais reflexionar y mirar el interior con bondad y Justicia Divina. Nadie será juzgado por jueces, solo por la severidad de vuestro propio ser, y él no será nada permisivo. Solo desea avanzar en su progreso, aquel que vino a alcanzar en cada encarnación. Solo así avanzará dándose cuenta de sus propios errores. Nadie mediará en su decisión de justicia y la Ley del progreso es justa y debe ser acatada con respeto siempre.
Los seres de esta ocasión os advierten con todo el Amor y respeto que os dirijáis a vuestro tremendo Ego y le habléis con todo el Amor que os merecéis, dándole la oportunidad de cambiar los métodos de ser seguros y vigilantes, y prescindir de su perniciosa avaricia que solo abarca la inteligencia para su destrucción. Sin embargo, enfrentándose a él cambia de polaridad, siendo bondadoso, social y amando al prójimo.
¡Cuánto espejismo hay en vuestra mente…! Solo desea acumular desdicha para teneros atados a su antojo. Yo no puedo más, solo abriros los ojos y daros lecciones de Paz, Amor, Bondad, Misericordia, y llenar los corazones de gozo.
¡Cómo me siento cuando suplicáis mi ayuda para resguardaros del aguacero que improvisó la vida para vosotros y no estáis preparados…! El temor lo abarca todo y no tenéis la fuerza suficiente que debierais tener para enfrentaros a la improvisación que os ofrece el Cosmos. Esto es lo más hermoso que pudierais imaginar con tanto conocimiento que se os ofrece para superar las pruebas que al final son tan ventajosas para acumular el conocimiento del cual hablamos.
Constantemente se abren las fronteras de la Luz y las cortinas de humo se disipan para dar paso a la gran satisfacción de entender la “Ley del Amor y la generosidad de Dios”. Los ángeles y arcángeles os ayudan a que emprendáis una nueva búsqueda dentro de vuestro intimísimo ser y daros la oportunidad de limpiar vuestra propia alma.
¡Oh luceros míos! Como yo os amo con verdadera pasión de Madre o Padre, teniendo en cuenta que sois pequeños que hay que orientar y dar fe de todo ello. ¡Como siento vuestro dolor, ese que está acumulado bajo vuestra piel de antaño…!
Sueño que despertáis del letargo y lucho con Mí ejército para brindaros la gran ocasión de que veáis claro con toda sencillez que sois capaces de ver un paraíso lleno de salud, abundancia, generosidad, Luz y Amor en vuestros corazones. Es lo que yo os aliento a que en la fe no pongáis desaliento, sino más bien optimismo.
Todos estamos para daros poder de resistencia ante las situaciones más consideradas. Vuestra actitud es lo más apremiante si deseáis avanzar un paso hacia adelante. Todos os alentamos a que así sea y la Luz os fortalezca en el crecimiento más íntimo. Rogamos por vosotros y toda la empresa del cielo clama para que seáis bendecidos y tengáis un poco más de Luz y ganas de abrir vuestro tesoro que es: “ese fantástico corazón de oro”, como aquí se aprecia.
Yo, mis amados hijos, os bendigo y os doy la calma y serenidad que en este preciso momento necesitáis.
Luz y Amor hijos míos. Os amo con mi Amor de Madre Amantísima y ruego por todos vosotros.
María Madre Querida.
