Nuevo mensaje

Orense, 19-5-2012 Mensaje del Amado Maestro Jesús.

Mis luceritos queridos, cuanto os amo... os amo en todo lo que yo poseo en espíritu. Doy rienda suelta a mi emoción y os riego de bendiciones para que os sirvan de manera protectora todos los días.

Benditos míos que me escucháis, y yo os digo: servid a todo aquel que necesite ayuda y esté triste y lleno de yanto en su interior. Dadle la bondad que mi espíritu prevé para que se sienta libre y sin ataduras; y llevadle mis esperanzas para que espere de mí toda la generosa voz que mi interior les envía.

Son momentos deliciosos que hay que vivir con intensidad y acatando todo cuanto el culto interior os pide. Si servís a mi Padre Dios, Él os proveerá de todo lo más delicioso que podáis considerar de Él. Os lo digo porque yo confío plenamente en sus designios.

La voz de Dios se está oyendo en todos los seres que gritan piedad y claman al cielo su generosa protección. Yo les escucho y deseo oírles que tienen pensado cambiar de manera de pensar y de actuar.

Son momentos de dificultad para el planeta y éste se está remodelando para dar cobijo a miles de seres que comiencen a ver la luz celestial y tienen a bien inscribirse en la lista de aquellos que tendrán la fe suficiente para derribar la esclavitud y hacerla a un lado; mirando solamente la responsabilidad de dejar en manos de aquellos seres que deseen servir a la luz más evidente; y entregarse en cuerpo y alma a la labor conceptual de darse a todo y por el todo.

Son momentos de crisis universal, para que todas las mentes se unifiquen en el arreglo global y tengan la máxima certeza de que éste periodo de lucha está en su periodo terminal. Solo me queda dejaros en armonía con la máxima fuerza del Cosmos, con la frecuencia vibratoria del mismo Cosmos. Son momentos decisivos que hay que acatar, y servir a la luz de Dios y sus legiones.

Benditos hijos míos que, transcurridos un sinfín de tiempos nos ponemos en orbita lunar para que desde allí podamos establecer una bonita conexión de amor y luz, y ésta esté bendecida por todos aquellos seres que necesiten encontrarse con ellos mismos. Vuestra mente está en estos momentos regida por seres de la luz universal.

Bueno, mis niños queridos, mis querubines. Os deseo un entendimiento masivo para estar en conexión con toda la jerarquía divina, así como lo oyes, estoy dando todo mi amor y mi fortaleza para que sepáis alcanzar toda la virtud deseada por mi y mi Padre Dios.

Mis amados soles, que Dios os proteja y bendiga siempre. Un saludo lleno de amistad y deseos del cielo; lleno de verdad y generosidad para todos aquellos seres que se prestan para ser catalizadores en estos momentos tan decisivos.

Que la piedad y el amor se establezcan en todo el deseo de unión en el planeta bello y firme. Un amor incondicional de todos, y mi propio amor. Amor, amor siempre. Tu tierno amor: Jesús de Nazaret.