Mensaje del Amado Maestro Jesús

Orense, 22-4-2012 Mensaje del Amado Maestro Jesús

Mis amados todos aquellos que me escuchan, aquellos que sienten deseos de recibir mi ayuda y bienestar. Yo os apoyo y siento el ferviente deseo de visitar vuestros hogares y llevaros la mejor sintonía para armonizar vuestra casa, y ayudar a vuestros hijos del alma y darles un empujoncito para que aprendan a apreciar la colaboración que vosotras madres les dais.
Son momentos decisivos, y todos debierais aprender a canalizar la energía que en estos momentos del cambio os está permitiendo que analicéis y veáis la franqueza con que ésta llega a vosotros.
De igual manera llega a todos los seres de éste planeta Tierra que están teniendo un afortunado encuentro con todos esos seres que trabajan para la paz y por la paz, para que os veáis limpios y transparentes a la hora de emplear vuestra propia fuerza. Ésta os llega de manos de esos seres que desean vuestro propio despertar; tocándoos con mucha sutileza para que no os enteréis y poco a poco valláis dándoos cuenta de vuestro cambio mental.

Nosotros poco podemos hacer, solo advertiros de éste cambio que es bueno para todos y trae magia y esperanza, pero el corazón lo tendréis que abrir vosotros, pues así aportaréis algo de vuestras decisiones.

Si queréis, podéis incidir en todo lo que se os dice pero, nosotros, sea cual sea la decisión que toméis, os seguiremos apoyando y el encuentro tendría que esperar un poco más, pero ese no sería el motivo principal, sino que vosotros tendríais que pensarlo mejor para que vuestras dudas se aclarasen y fuesen en pos de la verdad, que es la que nosotros queremos deciros; y que sintáis el deseo ardiente de estar conectados con mundos alejados y a la vez, más evolucionados, porque de eso se trata: -de que estéis unidos a un sinfín de cosas hermosas sin complicaciones ni reservas.

Todos conectados por una sintonía vibratoria distinta, y os daríais cuenta de su poder de conexión con las fuerzas divinas, que para eso están hechas, para restaurar todo aquello que no esté en orden con los principios armónicos.

Todo está dado y generalizado para que todos vosotros tengáis la suerte de estar en contacto directo con la sabiduría del Cosmos. Suena bien, ¿Verdad? ¿Y por qué no creerlo si Dios nos dio la libertad para usar la mente, sin barreras ni fronteras? y es un prodigio el poder disfrutar de esa libertad que Dios, los seres de luz, y todos los seres armónicos que custodian nuestro planeta nos ofrecen. ¿Por qué no acercarse más a ellos y pedirles directamente todo ese deseo que llevamos en nuestro interior y que tanto nos cuesta mostrar?

Hoy me dirijo a todos los fríos y calculadores: -Esto tiende a concluir-. Sabéis que el final de una etapa vana se terminó, y con ello el éxito de todo lo mal gestionado. Podría deciros que tanto éxito no podía seguir por más tiempo, y que éste es limitado, para que aprendáis a rectificar y demostraros a vosotros mismos que se puede aprender a valorar más aquellas cosas que pasaron por vuestra mano y no os quemaron, por ser poder de maldad o perversidad.

No obstante, estáis en estos momentos de reflexión; y espero que esto os ayude a ver la vida con ojos más serenos, y vuestra mente comience a estar un poco más sana y organizada.

Como os digo: -todos llegaréis a tener un gran amor a todo, pero antes tendréis que pasar por los trances que impone la Ley del Amor y la Ley del Perdón. Si entendéis esto corregiréis vuestros defectos como antes los han corregido los grandes maestros. Como veis, nadie alcanza el éxito sin antes trabajarlo. Eso os lo digo continuamente. Solo hay que pulirse para luego brillar.

¿Qué os parece mi texto de hoy? Si sois justos con los demás otros lo serán con vosotros. Con la vara que midieres serás medido. Siempre que tengas paciencia con el vecino, mañana la tendrán contigo en otro lugar.

Solo hay que observar para que otros te bendigan la manera que tienes de reaccionar. Ten fe y esperanza en que Dios alumbrará tu vida y deseos, y serás tan feliz como lo pueda ser Él.

Tratando de imitarle decía un niño: -Yo quiero ser grande como Dios.
Y Dios le respondió: -Lo serás si tienes deseos de seguir con mis obras.
Y el niño contestó: -¿Y como lo hago que no sé?
Entonces Dios, le dijo: -Sígueme que yo estaré siempre alentándote.
El niño, medio dormido por la energía que recibía, decía:
-¡Dios! Dios bendito, ¡qué fuerza poseo...! ¿Es posible que algún día pueda llegar hasta ti?

Entonces Dios le contestó: -Bendito mio, ya casi lo estás y apenas eres un pequeño Sol. Cuando seas un Sol entero entonces estaremos a la par. -Cómo me gusta hablar contigo...-dijo el niño.

Y él le contestó: -Y a mí, pues me haces más grande con tu bondad, y los dos se despidieron. El niño prometió ser mejor cada día y esforzarse en todo para así llegar a estar con Dios.

¡Ay que ilusión me hace el poder demostrar que Dios está en cada uno de nosotros y puede jugar a estar arriba y abajo! ¿A caso vosotros no lo creéis así? Si Dios os ama, ¿Qué interés puede tener en estar por encima de vosotros? ¿No lo entendéis? Él solo necesita que le hagáis un huequecito en vuestro corazoncito para así hablar con vosotros de tu a tu, como lo hace con el niño.
Ay mis luceros queridos que apenas entendéis mis palabras... os amo de todo corazón, y Dios os ama más y más. Él no os mide ni se enfada con nadie; solo desea el amor de vuestra generosa alma y sin embargo, le cuesta tanto encontrarla limpia...

Tratad de hacer un esfuercito para entregársela a Él; esté como esté, Él la limpiará con su gran amor y disposición que tiene para ayudar a todos. ¿Qué me dices a esto, mi cielo querido? Entregando todo a Dios nada hay difícil, solo es cuestión de amor y progreso. Él es la solución a vuestras dudas y dificultades.
¡Ay pequeños míos! Tenéis que luchar para encontraros pronto con el alma de Dios. Él lo rige todo y llena todo de ilusión y alegría. El poder de la creación está en ese amor tan desinteresado.

¡Ay benditos míos! cómo deseo que encontréis ese poder para estar en esa energía justa y sutil, porque lo da todo, todo, todo, y en ello no hay solo amor y dicha.

Hasta pronto, muy pronto. Que Dios os proteja siempre.