PAUTAS PARA EL CAMBIO

Orense, 26-8-2012 Mensaje del Amado Maestro Jesús
Canalizado por Mª de los Ángeles Vázquez Pérez:
Mis amados luceros, mis amadísimos luceros, mis amadísimos luceros... Con energía tengo que hablaros hoy, con energía debo hablaros hoy. Sabéis: la energía cuando se proyecta remueve y mueve conciencias, y son momentos de liberar las malas situaciones, para quedaros solo con las buenas.
Son momentos de cambios, a pesar de lo duro que sea. Nosotros así lo decidimos. Vuestras mentes ya tienen que proyectar otros sentimientos. Vuestro corazón tiene que proyectar amor, amor desinteresado. Tenéis que usar la generosidad para aquellos que creéis que os agreden, y no son agresiones, sino momentos de cambio.

Cuando a vosotros os dan un medicamento y recorre vuestro cuerpo, os hace un efecto. A veces consideráis que es perjudicial; y sin embargo es sanador, porque renueva, purifica vuestra sangre y vuestro organismo, vuestros órganos vitales. Eso no es malo; simplemente es bueno y generoso, porque os está renovando por dentro y por fuera. Lo mismo se trata de que, cuando hay un dolor dentro de vuestro ser, vuestro ser también se rebela, porque quiere cambios; necesita comprender más... Pero tenéis una cosa que no entendéis: -que vuestro ego está muy cómodo siendo él siempre el prioritario en vuestras vidas y quiere manejaros; quiere llevar siempre la voz cantante, y cuando no os permiten que eso suceda, no os gusta-.

Os decimos: -son momentos de cambio, y momentos de cambios muy acelerados, para que toméis conciencia de lo que está pasando en el mundo Occidental en el que creéis que lo sabéis todo, pero no. A pesar de todo el amor que os proyectamos, os cuesta mucho entenderlo; os cuesta muchísimo, muchísimo entenderlo que sois seres, muy, muy evolucionados, pero tenéis que entender que vuestro ser necesita arrancar esas ataduras que tiene ahí; y necesita ser libre, necesita pensar con el corazón y con la mente; porque tenéis dos mentes: -el corazón pensante, y la mente-. Y debéis analizarlo todo.

Los maestros que vienen a la vida, no son aquellos que os dan las mejores lecciones. Son los hijos, los padres que torturan, los hijos que roban o maltratan. Esos son los maestros. Los hermanos que disputan por fincas, por casas, esos son vuestros maestros a los que debéis amar; a los que debéis pensar que son hermanos vuestros en Dios, y Dios está en ellos como está en vosotros; y por lo tanto: -Dios está en cada uno de vosotros repartido en partículas-, pero un día se juntarán y serán un solo Dios, bello y puro.
Por eso, mis amados soles, quiero que entendáis que aquí no se trata de ser el mejor, ni el peor; simplemente se trata de comprender y usar la comprensión y de llevar una tarea, de cumplirla. Una misión a la que vinisteis aquí a éste planeta. La misión es dura, Yo lo sé, pero vosotros os ofrecisteis; y es más: -la queríais más dura todavía, la queríais más dura-, pero nosotros sabemos hasta donde podéis llegar.

Así que: -Os pido de corazón, con todo el amor que puedo proyectaros y el amor tan grande que tenéis dentro de vosotros, que perdonéis a vuestros agresores. Utilizad el amor. Esa frecuencia está abierta para todos vosotros. Es una frecuencia que está para todos los que quieran abrir su mente y su corazón. Hoy, hay un colectivo muy grande, muy grande, que está deseoso de participar; y nosotros ayudamos simplemente a mandaros la proyección que necesitáis.

El amor que necesitáis está dentro de vosotros. Solo mandamos energía, proyectamos energía. El amor está ahí, es el que Dios os proyectó hace miles y miles de años. Simplemente debéis entender esto: -que sois rayos de luz, inmensos rayos de luz-, ¿Y porqué os negáis a creerlo, cuando Dios está ahí depositado en vuestro corazón, en vuestro interior? Observad y comprended que si Dios está en cada uno de vosotros, no podéis ser menos. Sois lo que Dios quiso que fueseis: -amores, amores-. Sois soles, Soles Divinos, y como tales tenéis que comportaros.

Enviad luz y amor a todos los corazones, y pedid perdón, pedid perdón. ¿Y sabéis a quién? A vosotros mismos, porque no os comprendéis, no os comprendéis. Por eso el amor que tenéis ahí dentro, es puro, noble; y solo os pido que analicéis un poco, que visualicéis vuestra alma con una fragancia intensa de amor... Pero sois todos, todos; todos estáis llenos del mismo amor. Todos llegaréis al mismo lugar.

Primero os detendréis a descansar, y más tarde proseguiréis vuestro camino. Aquel que le cueste más entender, no pasa nada, tiene todo el tiempo del mundo para comprender. Todo el tiempo del mundo para analizar. Simplemente debéis ser humildes, humildes, sí. Porque la humildad os ayudará siempre a despertar, y vuestra conciencia cada día crecerá más y más; y ahora os daréis cuenta de vuestras equivocaciones.
Confío en que me entendáis. Buenas tardes, hasta siempre.