DIA SIGUIENTE DEL CONCILIO EN MONTSERRAT

Orense, 16-9-2012 experiencia de Mari

Nt: En una meditación guiada fue llevada hasta la montaña de Montserrat.
Veo a tres, tres seres. No tienen materia, son fluídicos. Son: Ashtar, Adama, y hay otro ser que viene de Júpiter. Y dicen que no es momento de pensar, sino, de estar unidos a través del corazón. Aquellos que de verdad reaccionen a ésta situación, serán coronados, desligados de todos los compromisos adquiridos desde mucho tiempo a tras. Y los demás, serán aceptados para el trabajo. Serán aceptados para colonizar otros lugares, porque vendrán a buscar a muchos seres y los llevarán a esos lugares, y más tarde irán los demás. Pero allí solo se permite usar el corazón, la energía pura del amor, pura, purísima del amor...

Vosotros tendréis que trabajar mucho, mucho, para si queréis sentir ese amor. Hay que despegar todo lo que hay en la materia; despegar todos los bloqueos, situaciones, miedos. Y sí, estamos ayudándoos. Estamos ayudándoos a que permanezca en vosotros ese amor, esa energía divina que está vertiéndose aceleradamente hacia vosotros.
Solo debéis abriros. Abrir el corazón y sentir ese amor... Dejar la mente a un lado. Dejar la mente a un lado y ayudar a aquellos que trabajan tanto. Ayudadles, sea de la forma que sea. Ayudadles desinteresadamente. Usad las manos. Hay muchas maneras de trabajar, ayudando físicamente, y también otras: mentalmente y proyectando amor desde el corazón; pero no con esa mente pensante que usabais antes y que os hacía estar enfadados y estar incómodos con vosotros mismos.

Son momentos de que uséis el corazón para saber discernir que es lo que realmente hacéis bien, y si el trabajo que realizáis diariamente es autentico. También os digo que, colaborando con otros seres también se está proyectando amor. Nosotros vemos vuestros corazones, vuestra luz, y queremos deciros que esa luz crece, crece paulatinamente. A veces mucho. Se desarrolla mucho. Otras, en cambio, se detiene y nos gustaría saber por qué se detiene. Porque os apegáis mucho a lo material. Estáis ahí embelesados con cosas que igual no son las adecuadas.

A nosotros nos encanta la armonía, la paz, la tranquilidad. Nos encanta el orden, la limpieza. Nos encanta ver cada sitio lleno de energía. Y digo esto, para que muchos de vosotros os esforcéis un poco más en hacer las cosas mejor, un poco más. Esto no quiere decir que tengamos que llamaros la atención, no, porque vosotros bien sabéis lo que sentís. Si os sentís bien con vuestro corazón dando lo que dais. Pensad que lo primero que hay que hacer es: ser generosos y daros a los demás. Ayudad, ayudad... Hay muchas maneras de ayudar, muchas. Siendo cariñosos, armoniosos, llevando la felicidad a las casas; a los hogares donde hay seres enfermos, tullidos. Donde hay desamor.

Intentad así, cambiar la situación. Yo os digo esto para que empecéis a caminar pensando con éste que tenéis aquí (el corazón), y con ésta luz brillante que os abre sendero. Queremos ayudar a éste planeta Tierra, y lo vemos hermoso, fértil, generoso y con ganas y muchos deseos de mejorar, de prosperar y de dar a sus hijos mucho amor, pero tenéis que poneros una meta para acercaros un poco más a vuestro interior; a ése que a veces está muy solo. Ése ser que está ahí muy solo.

Hoy, mis amados hermanos, amigos, compañeros. Quiero felicitaros por éste trabajo de paz, de armonía, de frescura hacia éste planeta. Éste planeta está echando ésta lava hacia fuera para purificarse, para purificarse; y vosotros estáis ahí en su interior. Por eso deseo deciros que desde el amor se purifica todo. Proyectando amor os dais amor. Proyectando armonía os dais armonía. Proyectando generosidad os estáis dando mucha generosidad a vosotros mismos.

Por eso es tan importante que os respetéis vosotros mismos, y aquel que no se respete, que quiera tener siempre la razón, ése no se respeta así mismo. Aquel que se enfrasca en su rutina, aquel que cree que lo hace todo y no hace nada, hay que pedir por él; porque se está equivocando. El ego está siempre perturbando a las personas. Por eso los animalitos viven felices, únicamente si son maltratados; pero aun así, apenas lo sienten porque su ego no existe. Pero vosotros si tenéis mucho ego. Siempre creéis que hacéis más de lo que podéis. Siempre creéis que estáis haciendo mucho, y sin embargo, para nosotros es poco.

Nos damos cuenta que podéis hacer mucho más, pero vuestro ego no os lo permite, no os lo permite porque vuestro ego os está diciendo: -Es que ya hice mucho-. ¿Cuánto hiciste? ¿Cuánto has hecho? Si apenas has movido un dedo y ya estás cansado. Apenas has movido un brazo y ya te detienes. Que importante es que analicéis cuanto hacéis. Qué importante es que analicéis vuestros sentimientos y vuestros actos... A pesar de ello, os digo que la luz está creciendo en vosotros. Y hoy, y ayer, siempre brota la luz, brota la luz. Está viniendo mucha, mucha luz a todo éste planeta.
No os aflijáis, porque si no es ahora será mañana; y sino otro día. Mejoraréis, yo sé que mejoraréis. Es que nosotros tenemos mucha prisa por llevar esto a cabo. Necesitamos seres que respondan a nuestro llamado. Nosotros necesitamos que cubráis nuestras espaldas. Nosotros proyectamos, pero si vuestra mente no está abierta, o ese sentimiento de amor que es el que lo recoge todo no responde, nosotros poco hacemos, muy poco hacemos, a pesar de nuestro esfuerzo.
Queridos hijos. Queridos hermanos. Aquí estamos para ayudaros en estos momentos del cambio en ésta evolución, en éste progreso, en éste definitivo cambio de era. Os pedimos que escuchéis, que escuchéis. Solo podemos deciros que os amamos tanto, tanto... Tanto, tanto, tanto...
Solo de verdad, solo de verdad deciros, que el amor, nuestro amor es incondicional y ahí lo ponemos y lo dejamos para que vuestra vida cambie. Para que vuestros proyectos sean otros. Para que podáis caminar seguros y seáis libres. Libres de mente, libres de corazón, libres, libres, libres... Y que seáis afortunados todos porque ya podéis caminar libremente sin que nadie os ate; y que vuestra mente esté en conexión, en conexión con todo nuestro proyecto. Corazón, mente, y nosotros.

Luceros, luceros que cada día vemos más luces, más luces. Queremos deciros que sigáis amando, amando todo lo que os rodea; aunque solo sea una pizca de tierra que veneró la Madre Tierra para vosotros. Ella dio todo por vosotros. Ésta Madre Amantísima que lo dio todo para vosotros. Os digo que confiéis, que confiéis; que todo, todo al fin y al cabo se resolverá no tardando mucho. Nosotros estamos seguros de que así va a suceder. Y que todo, todo, pueda dar un cambio efectivo para todos los seres de éste planeta Tierra.

El orgullo que siento es grande, al ver a ésta gente como su corazón se abre ante la inmensa alegría de que todos participan en unión para que todo cambie. Esto es fantástico, es alegría pura, es un canto, es el esbozo a una nueva vida. Os doy las gracias por escucharme, por sentirme, por abrazarme. Os doy las gracias, porque a pesar de todo lo que os digo estáis aquí, queriendo progresar, queriendo escuchar la palabra de Dios; queriendo escuchar ese sentimiento, ese sentimiento de amor que aquí está en Él.
Él está presente en vosotros. Él no está ausente, Él está ahí. Es la vida, la vida en vosotros. Es un renacer a la nueva oportunidad que tenéis de liberaros; de liberaros de esos conceptos antiguos y viejos, viejísimos, y de echar a volar con vuestras energías sanadoras, purificadoras y redentoras. La madre María y todos los seres de luz que están trabajando para que en éste planeta gocen, están en armonía viendo todo lo que hay que ver: la felicidad y la dicha de todo aquello cuanto desean para sus hijos. Que abarquen, abarquen a todos los lugares de éste planeta. A todos los lugares: los mares, los mares; para que se llenen de luz y de paz.

Un torrente de luz, un torrente de luz llega para vosotros. Hermanos queridos, Dios os bendiga por todo lo que realizáis y por el amor que proyectáis a vuestros hermanos. Estar en Dios, estar en Dios siempre, porque Él está en vosotros. Que así sea.