EL AMOR

Orense, 23-9-2012 Mensaje de amor de un ser de luz

Canalización de Mª de los Ángeles Vázquez Pérez:
Estáis todos en el amor, servís al amor. ¿Qué es el amor?: El amor es belleza. El amor es alegría. El amor es entendimiento. El amor es paz, es tranquilidad, es felicidad. El amor es eso: -la dicha. El amor es eso que vive dentro de vosotros: la paz, el sosiego, la armonía, la orientación, el diálogo... El amor es el crear belleza, el vivirla, el palparla; el ver lo bonito en lo feo, el ver la belleza en un propio disgusto, en la comprensión, o como os digo: -en el diálogo. Que brille ese diálogo, porque ahí está el amor latente. Es significativo y sin embargo, es creciente, creciente, porque ahí vemos el puro amor.

Saboread la dicha, saboread el entendimiento, las circunstancias que se están dando en estos momentos. Entrelazad vuestras manos en señal de protección; sin interés, simplemente entregándoos hacia los demás y verted vuestro poder magnético a través de esos fluidos; de ese poderoso fluido que va al centro de vuestro planeta y así conquistaréis todo.
Amad sus raíces como si fuera un árbol enfermo. Depositad ahí amor para curarle. Depositadlo dentro de vosotros mismos, para que vuestras raíces crezcan armoniosas y derechas; para que nada ni nadie las detenga, para que crezcan hacia un programa nuevo y mejor. Porque como sabéis, son momentos del cambio definitivo de ésta Era y debéis tenerlo todo armonizado y proyectar amor a vuestras familias. Ese sentimiento de dedicación. Ese sentimiento para que florezca la flor que vosotros deseáis, para que se cabe la tiranía.
Vosotros sois los propulsores para que ésta época cambie. Vuestra misión es ésta. Os habéis ofrecido, sois vehículos que os habéis ofrecido a derramar amor hacia todos los seres de ésta creación. Proyectar amor. Ese amor singular y protector de todo que todo lo disuelve. Lo negativo se destruye quedando un paraíso. Viendo así un paraíso fértil, para que nadie pueda perjudicar, para que ninguna mente pueda destruir. Debéis dirigir la brújula al centro de la Tierra, para que todos los guías protectores; todos aquellos que trabajan con las energías puedan establecer un orden con vuestra energía acumulada. Ellos la enviarán a donde sea más necesario.

Si proyectáis amor a esos lugares, el amor vivo y auténtico, veréis como todo se disipa. Una corriente fluídica de luz protege la Tierra. En estos momentos hay cientos de luces; miles y miles de luces dirigidas a unos puntos, proyectando todo el amor que se os ha pedido. Somos conscientes de que vuestra labor es majestuosa y os pedimos que trabajéis en ese orden prioritario hacia “la cúpula” (el gobierno que está en sombra y las grandes fortunas) hacia la cúpula, proyectando el amor correspondiente, veréis como todo se desarma y al final veréis el éxito. El amor hace florecer los corazones de todos los seres. Dios así lo sabe, y yo os invoco a que proyectéis el amor al centro mismo de éste planeta. De las galaxias están llegando enormes focos de luz, unido al vuestro. La luz es poderosa, muy poderosa; pero, mientras tanto, hay que tener constancia y saber que todos los seres se necesitan unos a otros.
La luz necesita del amor. La oscuridad también necesita del amor; y todos, todos juntos formaremos una Era de mucho resplandor para ésta creación de Dios. Todas las galaxias están proyectando amor. El Cosmos proyecta amor para todos sus hijos, para todos los habitantes de éste planeta Tierra. Solamente hay que entenderlo. Cada uno trajo a éste planeta una misión y hay que comprender que todos unidos; todos, todos unidos, se puede llegar a realizar esa gran operación donde se proyectará el Gran Amor, el Gran Amor; porque todos, todos conocemos lo que es el amor. Todos sabemos dentro de nosotros lo que es la grandiosidad de Dios, porque está aquí, (en el corazón). Dios es amor.
Mis capullos queridos que estáis abriendo. Para mí es un gran placer invocaros a las tertulias, invocaros a que os reunáis en el nombre de Dios y proyectéis ése amor, ese dulce amor que proyectáis. Mi nombre, ¿sabéis cual es? El amor, el amor; mi dulce amor derramado en todos vosotros, y os abrazo. Benditos seáis, benditos seáis todos. Y ahora os pido un gran favor: daros las manos y rezad un Avemaría hacia el planeta. Que Dios os bendiga. Hasta siempre.