TRABAJO HACIA LA CASA BLANCA

Orense, 14-9-2012 Mensaje de Amor

Mensaje canalizado por Mª de los Ángeles Vázquez Pérez.
Estoy aquí, estoy aquí y ahora. A ella si le cuesta hablar. Con la energía que hay..., le cuesta mover la lengua. Pero os digo: escuchad para que sepáis que todo lo que habéis pedido, todas esas energías que habéis enviado; salvo donde hay interferencias, han llegado, porque esa energía que surge a través del amor de vuestro corazón, son enviadas a ese procedimiento, son canalizadas, son sanadoras y purificadoras, pero pesan. Cada vez y según las enviáis, las otras densas se van, pero vuelven; y mientras dura el proceso esas cansan, cansan y pesan muchísimo. Seguramente estas energías durarán muy poco, pero dejan a las personas que las reciben muy cansadas.

Por eso os digo que: -solo tenéis que enviar amor, amor. Ése amor purificador que sale del corazón con una misión: -la de lavar conciencias, purificarlas y amarlas, con ese amor puro y verdadero que sale del mismo amor de Dios. Y os digo: -seguid trabajando en unión con los seres celestiales, que ellos son los que ponen esa energía para que vosotros a la vez, construyáis todo eso que necesitáis construir.

Muy buen trabajo el que se hizo a la “Casa Blanca”, para que el mandatario se revele contra todos aquellos que quieren gobernarlo. Todos esos seres que no están dispuestos a obedecer lo que le dicen. Proyectar mucho, mucho amor contra esos seres que, digamos que son los principales gobernantes, porque él poco tiene que hacer si ellos no le prestan su fuerza y su poder. Si proyectáis mucho, mucho amor, todas esas cúpulas, esos deseos de guerra, de armamento nuclear; todas ellas se distorsionarán, se vendrán a bajo. Pero tenéis que tener el deseo de proyectar amor; pero el amor debe ser firme y seguro de que va a ese lugar con un deseo y el presidente lo recibe, y a la vez, todos aquellos que viven o que trabajan con él; o los que gobiernan o los que planean todo a sus espaldas.

¡Cuanta ignorancia hay en éste lugar! Solo se vive pensando en el daño, en las bombas; solo se vive pensando en la injusticia, para que haya más seres viviendo en la pobreza; para que todo el capital sea manipulado y pueda haber armamento y proyectando mucho, proyectándolo hacia la luna, proyectándolo hacia otros lugares. No se dan cuenta que ellos están también ahí. Qué importa un pasadizo más o menos si se están perjudicando tanto, pero como no lo saben, es su propia ignorancia la que los lleva a esos lugares.
Proyectad a Leningrado, Rusia, que ahí también se fomentan muchas historias. También a África, también a África que hay mucho poder. Hay tantos lugares, tantos, tantos lugares donde solo se está mirando la manera de obtener dinero de la forma más inverosímil que vosotros os podáis imaginar. Utilizan a seres para engañarlos. Las guerrillas, las guerrillas en tantos lugares... Envían mensajes falsos para que ellos se perjudiquen unos a los otros. A Italia, también ahí. A Francia. Tanto, tanto como se está haciendo...  Pedid por todos esos seres, para que la cúpula se venga a bajo poco a poco, y se vendrá, porque éste poder no es sano, no es sano. Es maléfico, pero es la ignorancia. Aquí no van a apresar a nadie, simplemente tenéis que enviar luz y amor a sus mentes, a sus mentes; y su mente recibirá vuestro amor y se avergonzarán del daño que han causado. Se avergonzarán de su posición.

Sabéis: muchos seres anteriores se suicidaron porque se dieron cuenta de lo mal que lo estaban haciendo, del poder que tenían. Se avergonzaron de lo que estaban haciendo con el poder; pero en éste momento solo hay que pedir amor, amor. Proyectar amor desde vuestro corazón a esos lugares donde sabéis que hay seres que lo están haciendo mal; es por su ignorancia, no es por otra cosa... Quieren tener poder, y el poder, ¿Cuál es el poder sino el amor?  El poder más grande es el poder tener el amor controlado. Amor, por eso os pido amor, amor, para todos esos seres que viven rodeados de muchos seres. Rodeados de muchas mentes pensantes que solo piensan en lo malo. Proyectar amor a todas esas mentes para que poco a poco se vallan bajando, bajando, y se den cuenta de lo mal que lo han hecho. Pero también a la policía. En los grandes estatutos también se cometen muchos errores. Por eso se gasta tanto dinero innecesariamente. Por eso os digo: mandad amor, amor para todo el planeta. Visualizadlo como lo hicisteis ésta tarde aquí.
Ved el planeta y proyectar el rayo de luz que ya no hace falta nada más, ni que nombréis; simplemente proyectar amor, mucho amor. Esa vibración tan fuerte que sale de vuestro corazón. Ese corazón que emana amor, que emana luz; y todos los corazones unidos hacia todo ese núcleo. Ése es el poder de destrucción más grande que no se destruye. Hace que crezcan las personas como personas, y hace que los seres se den cuenta de su ignorancia. Esto ya pasó en la Atlántida y tendrá que pasar en muchos, muchos lugares más, pero si proyectáis amor y sois conscientes de lo que proyectáis, no os hacen falta ni siquiera las palabras. Veis el planeta, un planeta hermoso, y proyectáis todo lo que podáis. Proyectar desde vuestro corazón. Mente y corazón, mente y corazón. Proyectar amor; y si no podéis, usad vuestras manos para dirigir el amor. Todo ese amor tan puro que sale de vuestros corazones, y éste amor lo resolverá todo.

Por eso os digo que estamos ya en las puertas de un evento fantástico, pero cuantos más seáis a proyectar ese amor y más amor, veréis como todos se rinden a la realidad y se darán cuenta de lo mal que lo han hecho. No hacen falta cárceles, no hacen falta apresamientos. Simplemente que sus mentes se den cuenta de lo mal que lo están haciendo. Las cárceles no son buenas. Para que unos pocos se den cuenta y rectifiquen, muchos otros cada vez se ponen peor.

Mis hermanos queridos, hoy casi no me oigo, casi no me puedo escuchar; pero os digo que esto es fantástico, fantástico. Jesús, María, y todos los seres jerárquicos que trabajan para todos vosotros, están llenando el planeta de luz, de luz. De luz-amor, de luz-belleza. Grandiosidad para todos los que habitan en él. Pero claro, hay que estar receptivos a éste amor, a éste amor, a éste amor que palpita sanamente, a éste amor, puro amor, fantástico amor.

 ¡Ay... ay... ay...! Benditos todos, benditos todos los que trabajan, los que trabajáis. Benditos, benditos, ¡BENDITOS! Más trabajo, más; más trabajo para ésta Humanidad. Ella está deseando que la abracen, que la quieran. Muchos están deseando convertirse a ésta realidad del amor, pero no saben cómo, no saben cómo. ¡Pobrecillos! enferman y no saben como luchar. Por eso vosotros proyectar el amor, el amor sincero y verdadero. Ése que tenéis dentro, ese que está ahí. Ese amor que no se va nunca. Ese amor que solo proyectáis y cada vez generáis más. Proyectáis y generáis, proyectáis y generáis; y cada vez es más amplio, más amplio, más amplio. Cada vez llega a más lugares. Cada vez es más precioso, precioso, precioso y generoso.

Mis bellezas queridas, mis bellezas queridas. Solo os digo que sigáis trabajando, trabajando, trabajando hacia la luz, hacia la luz. Que Dios os bendiga.

Nt: preguntamos haber quien era el comunicante, y entre sonrisas contestó:
No importa, no importa, soy yo, el que habla con vosotros. Yo, que soy de corazón puro y noble, y os amo y deseo lo mejor para todos, para toda la Humanidad. ¿Quien soy yo? El que ama a Dios. El que convive con Cristo Jesús. El que ama a toda la Humanidad y quiere que seáis sinceros, armoniosos, “ARMONIOSOS” armoniosos. Paso a paso se llega a donde hay que llegar. Solo os digo: amor y paz para todos. Paz, paz, paz. Paz para toda la Humanidad, y que de mi corazón salga la luz intensa, y vosotros en mi corazón. Vosotros todos en mi regazo y os daré mi amor. ¿Qué más queréis que os diga?
Hasta siempre mis bellas criaturas, mis ángeles, mis corazones, mis amadísimos, mis amadísimos. Os amo, os amo siempre, siempre; porque os tengo aquí, porque os tengo aquí. Pequeñines, pequeñines, pequeñines. Venid a mí, venid a mí. Venid a mí para que os ame, para que os pueda abrazar a todos, a toda la Humanidad. Yo soy aquel, aquel, aquel, aquel... aquel, aquella, y todos juntos sois lo que yo soy. Porque soy el amor, el amor del Padre. La dicha de todos los seres juntos. Que así sea, y me voy.