PAUTAS PARA EL GRUPO DE TRABAJO

Orense, 11-11-2012 Mensaje de un Guía

Canalizado por Mari después de la meditación:
Digamos que lo que quiero explicaros es: que el Cosmos necesita muchas partículas de los seres. Entonces, es la vibración inmensa, inmensa que hay aquí, eso es. Esas diminutas partículas de todas las vibraciones de todos los seres del Cosmos, todas manifestadas, es lo que forman el equilibrio. Todos en unión, en perpetua unión.

Vosotros unidos, todos unidos sois uno que os manifestáis en diferentes formas; pero sois uno, y trabajando formáis una partícula sola en unión con todo el Cosmos. A la vez se están uniendo muchos más, muchos, muchos más seres que trabajan mucho y realizan muchísimas misiones, pero ésta es una maravilla, una maravilla. Se acaban las confrontaciones, ya no hay confrontaciones; simplemente hay unión, unión, que es lo que nosotros necesitamos, que haya mucha, mucha unión, y que sea perpetua.
La necesitamos tanto, tanto de vuestra ayuda... Porque nosotros, al fin y al cabo solo proyectamos la energía, la proyectamos; pero que se haga fuerte y visible es con vuestra ayuda. Es maravilloso, es inmensamente maravilloso que todos tengáis ya tantas ganas de que todo fluya, de que el Cosmos ya sea otra cosa. El planeta y todos sus habitantes unidos. Ya no hay confrontaciones, y si pedís amor, amor, amor; ese autentico equilibrio está forrando todas las paredes de éste planeta. Las forra, para que todo el rechazo ya no se detenga ahí. Todo lo negativo ya no se detiene ahí.
Esto es vital. Esto es un fenómeno. Un fenómeno del que tenéis que estar orgullosos de trabajar tanto, tanto, tanto. Ésta es la consistencia, por eso, de noche cuando salís de vuestro cuerpo, ¡Ay que contentos vais a trabajar! y depositar vuestra energía en aquellos lugares donde vosotros veis más conveniente. ¡Claro, y con vuestro guía! Vuestros guías que son los que se prestan para llevaros a aquellos lugares donde queréis ir a trabajar.
No os dais cuenta. Vuestra mente todavía está ahí muy apretada, muy apretada, y no os deja salir; pero poquito a poco, poner a trabajar a vuestro corazón y ya veréis como todo se expande y crece, crece, y crece. Los niños están sintiendo ésta vibración tan bonita... tan amena... Están sintiendo el amor; ese amor de verdad, esa autentica maravilla. Por eso ellos ya traen un conocimiento, pero necesitan que los respalden y los ayuden a crecer; y para eso estáis vosotros, para que vuestra bondad, ese don divino se manifieste en ellos.
Bueno, os tenía que decir que esto es brillante, muy bonito, muy ameno. Aquí se sienten todos en la gloria. Hay mucha energía, mucha densidad. Ésta es una energía que pesa, que fluye. Fluye para esos lugares, pero se tensa, ya no es una simple energía que fluía. Ahora ya es más densa, más densa, pesa, y a donde va ya lo equilibra todo.
Por eso, seguir pidiendo, seguir pidiendo y llegar. No con la mente, sino con el corazón. Utilizad el corazón con ese rayo y proyectar el amor a ese lugar donde queréis que valla enfocado. ¡Usad los rayos, usadlos! Cada uno puede usar lo que quiera. Simplemente poned a trabajar el corazón en ese lugar, y veréis que fantástico es. ¡Esto es una maravilla! Estamos en muchos lugares y ya se está unificando toda la energía, porque son los momentos de cambio y es importantísimo, importantísimo que estéis unidos todos. Bueno, hasta siempre.

Pd: se le preguntó por un trabajo que se acababa de hacer hacia los desencarnados.
Rsp: Bueno, unos se van y otros se quedan. El trabajo está hecho, pero el que necesita irse se va, y el que necesita quedarse se va a quedar; pero es muy importante indicarles hacia donde se deben de ir y proyectarles mucho, mucho amor, porque ellos están faltos de esa vibración. Ellos no conocen sinceramente el amor, no lo conocen. Se van y apenas son despedidos. No se les da el amor suficiente cuando se van, porque cuando parten deprisa es muy recomendable que proyectéis amor a esos seres, como si fueran vuestros, como si fueran seres muy allegados a vosotros. Es muy, muy importante bridarles la oportunidad de que se vallan, porque muchos de ellos están aquí pensando que éste es el verdadero lugar, y éste no es el verdadero lugar. El verdadero lugar es aquel que desconocen, aquel que desconocen.
Solo mandándolos a la luz, y diciéndoles donde está la luz, porque ellos a veces no la ven, no saben. Muchos se van envueltos en la luz, pero son llevados.
Yo estaba aquí entre vosotros. Bueno, hasta todos los días, porque yo también pertenezco a vosotros y vosotros me pertenecéis a mí. Me siento útil. Os amo tanto... tanto, tanto.
Nt: Alguien del grupo estaba muy emocionada.
Mi pequeña, no llores, no llores mi pequeña luz. Mi pequeña luz, no llores. Yo sé que es la emoción la que te hace vibrar, pero proyecta ese amor tan lindo, tan lindo, tan lindo, a esos seres. Tenéis que ser inmensamente felices y reíros, reíros.
Yo sé que tú corazón estalla de gozo, lo sé, lo sé. Es la ilusión ése sentimiento tan hermoso que sientes. ¡Ay mi pequeño lucero! Lucero. Amor, amor, amor para vosotros. Amor, amor, amor...... y para que todo se calme, la Madre María os envuelve con su luz de amor, con su protección; y funde vuestros corazones aún pequeños, pero les proyecta amor. Estos corazones están creciendo, creciendo, sinceramente creciendo. Ya no estáis haciendo lo que hacíais antaño. Esto es una delicia. Hasta siempre luceritos queridos, hasta siempre.
Un nuevo ser se presentó y nos habló.
Yo también quiero hablaros: Os voy a decir una cosa. Os doy un testimonio: había aquí un ser y decía: –Yo pido perdón de todos mis actos-.
Hermano querido, tú eres, como te explico: tú eres igual que ellos. Tú eres uno entre ellos. Tú eres un ser con Dios y no tienes por qué pedir perdón. Perdón pídetelo a ti, a ti mismo, por todas las transgresiones. Perdónate, perdónate primero, porque no tienes que pedir a nadie perdón. Era tú ignorancia, tú ignorancia; pero a la vez, esa ignorancia es maravillosa, porque os hace subir, subir, subir peldaños y más peldaños.
¿Os dais cuenta de que la ignorancia también es importante? Porque paulatinamente vais abriendo la mente y vais abriendo el corazón. Ya no sois los mismos, pero, os tenéis que perdonar de todas aquellas equivocaciones, de aquello que vosotros decís: yo hice, yo hice, yo hice. Pero os tenéis que perdonar a vosotros, los demás no tienen nada que ver, sois vosotros...
Y yo les decía: cuando te perdones tú, tú serás un alma igual de maravillosa. Perdónate a ti mismo, a ti mismo, y ya verás. Si sois todos el mismo ser y estáis todos aquí acopladitos... Todos os vais juntando por lo que tenéis que hacer. Os estáis uniendo; y en un momento dado os separáis para bajar en otros ángulos, pero luego os volvéis a juntar para trabajar y reconoceros. ¡Si esto es maravilloso...! Y cuando lo entendéis, ¡mucho más! Hasta siempre, que Dios os bendiga.
Dimos las gracias pensando que era un hermano, y nos puntualizó: soy una hermana. Yo no estoy en la oposición. Yo no estoy en ningún lado. Estoy aquí. Estoy aquí con vosotros. No soy ni de allí ni de aquí; soy de aquí, de ahora mismo. Porque es el ahora. Esto ya no existe, ¿me comprendéis verdad? se esfumó, se esfumó. Os amo a todos, pero ahora mismo, os amo y os amaré siempre, siempre, siempre. Amor para todos.