HISTORIA DE LA HUMANIDAD

 Lanzarote, 21-4-2013 Mensaje de los delfines

 Recibido por Lucia Mei:
Hola querida hermana, hoy estamos exultando por la alegría que nos produce el estar de vuelta aquí, en la Tierra, en nuestros mares. Hemos vuelto a nuestra dimensión. Hemos terminado nuestra misión que era la de asistir a almas de jóvenes que se encontraban en su transición entre la muerte física y el umbral de su renacimiento almico, al que vosotros llamáis reencarnación.
El rescate se realiza, prácticamente, susurrándoles para que no tengan miedo y sean asistidos para encarar su próxima etapa; haciéndoles recordar su compromiso y su aprendizaje; y así decidir si están preparadas para reiniciar una vida en un nuevo cuerpo físico.

Algunas almas, según la muerte sufrida, pueden pasar por un estado de confusión por un tiempo, que puede durar años de los vuestros, durante los cuales son atraídos y retenidos por el sufrimiento de sus seres queridos que no les permiten avanzar. Una vez que el ser toma conciencia y se dispone a la luz y a la aceptación de que la vida física pasada solo es una de las tantas experiencias necesarias, nosotros le atendemos con cariño y le ayudamos a tomar decisiones sobre su futura reencarnación.
Somos testigos de muchas reencarnaciones y hemos presenciado varias etapas de vuelta a la Tierra por seres que eran de otro planeta en origen. Hoy seguimos hablando del tema tratado anteriormente: -El universo y el origen de vuestra historia. La vida física se manifestó en éste universo para determinar nuevas pautas al Espíritu, que es claramente anterior a la manifestación del universo físico.
Hace miles y miles de años, aquí en la Tierra hubo unas civilizaciones que vosotros habéis definido de Lemuria y Atlántida. Pero estas dos fueron precedidas por una más antigua que estaba compuesta por seres venidos de otros sistemas solares. Estos vieron la Tierra cuando todavía estaba en su evolución física y carente de la presencia humana. Así que decidieron utilizarla como base de aterrizaje para sus largos vuelos a través del espacio. Ellos dejaron en la Tierra un legado de su presencia y de sus experimentos; y las pruebas aún perduran en los pictogramas representados en cuevas de la zona de “Uriti” en Nueva Zelanda, y otras esparcidas por México.
Después de esta pasajera civilización, que utilizaron la Tierra como pista de aterrizaje y descanso, llegaron los Lemurianos. Estos últimos fueron los primeros en instalarse para demorar en la Tierra; con la intención de procrear y distinguirse de sus progenitores que venían de una lejana galaxia a 150 grados este de la galaxia Alpha de nuestra estrella Sirio. Fueron bien recibidos por los terrestres que todavía estaban en su primera fase de evolución.
Los lemurianos eran grandes científicos, no conquistadores, y por un largo tiempo experimentaron y encontraron la vida en la Tierra favorable para sus proyectos que eran prevalentemente dirigidos a crear una nueva raza fuerte para vivir en el planeta azul. Su trabajo fue interrumpido por una nueva
raza que se asomó a la Tierra. Era una raza bien desarrollada y determinada en sus planes de colonización, que solamente guardaba un propósito: crear una raza sometida que pudiese satisfacer sus intereses. Estos últimos fueron los Atlantes; así llamados porque crearon el -Tron de Atlantis-, que era nada más que un receptáculo radioactivo para destruir el enemigo en caso de ataque.
Esta raza procedía de un planeta que se estaba enfriando drásticamente, más allá de vuestro Plutón, y no tenían ningún respeto por los hombres de la Tierra.
Destruyeron con sus armas letales el reino de los pacíficos Lemurianos, que nunca construyeron ningún tipo de arma, porque no pretendían crear guerra con nadie, porque siempre habían vivido en una perspectiva de paz y armonía. Los Atlantes, primero se instalaron en la montaña que hoy es el Everest. Tenían naves enormes y querían establecer sus primeras bases en la cumbre más elevada.
Seguidamente tuvieron que desplazarse y fueron a elegir la planicie de la zona que hoy comprende Centro América, Sur América, y una extensa parte hoy sumergida del Océano Atlántico.
Ellos no vinieron con buenas intenciones, eran una raza dominadora y lograron todos sus intentos. Esclavizaron a los terrestres y crearon un potente reino donde había castas y una elite de privilegiados que dirigía la vida entera de toda región.
Los Atlantes se beneficiaron por miles de años de la riqueza adquirida en el planeta que encontraron prácticamente virgen y aportador de minerales y recursos naturales útiles para su sobrevivencia.
Ellos enseñaron a sus herederos el arte del poder, de la conquista y de la magia. Eran grandes colonizadores del espacio y la Tierra fue un lugar ameno para sus proyectos. Se marcharon del planeta Tierra cuando a causa de experimentos realizados con el plutonio, que conocían muy bien, fabricaron un arma letal que causó tanta radiación; hasta el punto de producir un gran maremoto que casi todas las tierras fueron sumergidas. Ellos dejaron atrás a sus herederos sometidos: -los humanos-, pero estos habían adquirido parte de sus conocimientos y los que sobrevivieron son vuestros antepasados.
No hubo ningún momento en el cual los Atlantes se arrepintieran de los hechos, todo lo contrario: pasaron a otro plan dimensional y desde ahí siguen todavía hoy en día filtrando sus energías e intentando condicionar vuestra mente, con el único propósito de crear un lazo emotivo y así someteros, desde el momento que retenéis mucha de su pesada energía y pensamientos. Son seres exclusivamente mentales, carecen de un propósito espiritual y son verdaderos vampiros energéticos. Obran en la 3ra y baja 4ta dimensión.
Muy importante: los Atlantes han creado la raza de los grises y los Ovnis que muy a menudo
aparecen en los cielos. Estas creaciones no son nada benéficas para vosotros. Los grises colaboran con las elites secretas de los gobiernos y los ovnis son sus medios de transporte. No confiéis en ellos, no tienen intención de enseñaros nada ni tienen interés en vuestra evolución espiritual. Solo quieren que los veáis como benefactores del cielo, todo lo contrario.
Existen bases de seres extraterrestres que os están asistiendo y trabajan para vuestro progreso espiritual, pero en general no se manifiestan físicamente. No está en su interés ser vistos. De momento ellos obran principalmente en un nivel dimensional muy elevado.
Así que, tened cuidado con los que encontráis y experimentáis. Sepan discriminar y actuar.
No queremos alarmar, solo informar, y la mejor manera de hacerlo es deciros la verdad. Hay mucho interés por parte de los poderosos de no contar la verdad, porque ellos quieren seguir la pauta trasmitida por los antepasados dominadores:
-La pauta de controlar y haceros creer lo que no es.
-La pauta de someter vuestra mente a todo tipo de condicionamientos y hacer todo lo posible para que la espiritualidad verdadera no aflore.
Porque la espiritualidad es la madre de la verdad. Porque desde allí el ser despierta y entiende su verdadera realidad que es la de ser libre para poder elegir sin condicionamiento y establecer una meta que es totalmente diferente de la que ellos han establecido hace tiempo para vosotros, para que seáis totalmente esclavos y no podáis discernir entre verdad y mentira...
Terminamos diciendo que hoy la comunicación ha sido ampliamente fluida, y el canal está receptivo y creemos que muy pronto podremos dar más información. Ha sido un día de divulgación; y esperamos que en la próxima cita podamos suscitar también una sonrisa, pues en estos momentos también hace falta.
Os invitamos a escucharnos con paciencia y amor. No hemos vuelto para adoctrinar, sino, para compartir y ayudaros a eliminar dudas y miedos, pues estos últimos sobran.
Saludos de la madre ballena que os quiere; y desde Lanzarote con mucho amor:
Vuestros hermanos los delfines.

 Poema para todos:

Despiértate para éste encuentro
Despiértate que el caso no existe
Despiértate que el amor te ha alcanzado
Despiértate que la sonrisa te ha mostrado su cara
Si no tuviese sonrisa
Todo sería triste y más triste
Pero sí que la tengo y aquí te la ofrezco
Como mi regalo para empezar y terminar el día
¡Oh si no tuviese sonrisa…!
¡Qué cara más triste tendría…!
Pero ahora te sonrío a ti
Y tú estás más feliz.
 OM NAMASTE