Orense, 5-4-2014 Mensaje de la Madre María
Canalizado por Mª de los ángeles Vázquez Pérez:
¡Oh mi dulce hijo! Mi dulce criatura. Tu servicio a esta Humanidad es eterno. Nadie debiera saber el gran propósito que yo tengo para ti y tus ayudantes. Yo soy la Madre del Cielo, la Madre de la Tierra, la Madre que tanto os mima en este despertar tan jugoso, para todos los leales y hacia aquellos que no saben interpretar mi venida al mundo occidental.
Sabéis mis pequeños que yo represento el océano de Amor. Este Amor que Dios me dio por ser la Madre de Jesús, y yo, como ser reconocido os doy y canalizo todo este Amorque no puedo guardarlo para mi sola. Me moriría si esto no lo entregase a mis niños adorados, que lo sois todos para mí.
Como os digo: me moriría otra vez de pena, pero como esto no puede suceder, yo, mis soles, os otorgo la Paz Espiritual y os la entrego cargadísima de todo ese bien. Mi voz para todos los que sabéis amar desde el respeto, y esto os lo digo siempre: -Amad y no confundiros. Dad Amor a todos los seres que os escuchen y a los que no, amadlos desde mi corazón sediento de alegría.
Todos estáis en mi mente y llevo todo el peso en mi corazón, porque yo solo sé amar; para eso soy la Madre de todos.
No sé cómo me canalizarás, pero deseo que esta pequeña interpretación llegue con Amor a tus manos y sea interpretada como yo a ti te la envío. Soy feliz de que muchos seres hoy me canalicen en esta columna de Fe, de Esperanza, de Amor sincero, de Plenitud para este momento de unión entre el Cielo y la Tierra.
Son muchos los seres que reúnen las condiciones necesarias para ayudar en este abordaje de plenitud que traemos a la Tierra, para llenarla de Fe y toda la positividad necesaria, para abrir las mentes cerradas y llenar los corazones de crisoles, de Esperanza. Tiernas son estas Esperanzas de una Madre que desea recuperar a sus hijos de este naufragio; y como mi hijo dice: -Madre, hay que luchar por mejorar el listón del Amor.
¡Ay mi pequeña! ¡Cómo te amo! y tu corazón sincero me recibe en voz viva. Sí, pequeña, soy yo. Despiértate y mira mi sonrisa de Madre amorosa, es para ti. Solo siente que tú corazón se inunda de esta fragancia. No temas, solo participa de mi deseo. Estate en mi frecuencia cuando te sea posible.
Os amo. La Madre del Cielo y de todos los corazones humanos.
Bendición para todos los que trabajáis en mi Luz.