ES EL MOMENTO DE COMPARTIR CON OTRAS PERSONAS QUE ESTAN ESPERANDO POR VOSOTROS





Orense, 15-6-2014 Mensaje de S. Mateo para el grupo


Canalizado por Felisindo:

Buenas tardes hermanos, yo soy Mateo, no que me digan S. Mateo.

Pr: ¿Mateo el apóstol?
Yo soy Mateo, simplemente Mateo.

 Gracias por volverme a recibir y dedicarme unos instantes de vuestro tiempo. Perdonad que no pueda hablar íntegramente, porque mi emoción no me deja. Os lo agradezco y os bendigo; y le pido al Padre que os ayude y que reserve un sitio por el trabajo desinteresado que estáis haciendo.
 Todo el mundo, todos vosotros y nosotros, todos tenemos que seguir mejorando; y todas las pautas y todas las directrices que se os encomiendan y que se os dan, son siempre para el desarrollo de vuestra elevación y para aquietar vuestra mente.

 Nuestra hermana, me gustaría que entendiera lo que le voy a decir. Ella sabe perfectamente a quien me dirijo. La de la mente. Ella sabe muy bien que su mente no la deja. Dentro de ella hay como dos personajes:-Su corazón y su mente. La mente dice: -La pirámide-, y el corazón le dice: -No-, pero la mente aún puede con el corazón. Tiene que aprender a aquietar esa mente y, cuando le vengan esos pensamientos, pedid Luz y Amor para ella y decirle: -¡Apártate!- con buenas palabras, palabras de Amor. ¡Apártate!, déjame sitio.

  Vosotros sabéis perfectamente que de los sentidos que tenemos, cuando perdemos uno se eleva el otro. Utilizad el pensamiento, porque en la meditación estáis con los ojos cerrados y os permiten ver. No es símil que estéis callados y seguir hablando con el Padre, o con otros seres elevados. ¿Qué diferencia hay entre las sensibilidades? Yo reconozco perfectamente, que el desarrollo de vuestra vida con determinadas acciones y educación, año tras año, dándole a la mente esa importancia, se va apoderando del corazón y lleva un tiempo para adaptarse. A esa misma persona le lleva un tiempo para creérselo; pero si tenéis fe, creéis en cosas, veis cosas, solo tenéis que auto ayudaros.

  Pedid ayuda a vuestros Guías que os enseñen, que os ayuden. Cuanto más repitáis el ejercicio antes llegaréis al camino; lo importante es llegar, tampoco importa cuando. La mente, todas las ataduras de la Tierra y todos los corches que a veces os ponéis, vuestro Padre no os pone un horario fijo para que habléis con Él, para recibiros en audiencia. Vuestro Padre está abierto todo el tiempo que vosotros queráis. Orad con Él, acordaros de Él.

  Es cierto que, así como la maleta la tenéis que tener muy ordenadita y dispuesta, también hay que tener muy ordenados los horarios. Estos horarios de vuestro mundo. Pero el Padre está deseando que las veinticuatro horas del día seáis vosotros sus misioneros en la Tierra. ¿De dónde sacar el tiempo que le tenéis que dedicar al Padre y a la oración? ¿Quién lo determina? Eso no tiene fecha de caducidad.

  Todos los grupos están un poco marcados por una estrecha rigidez. Esa rigidez os la imponéis vosotros, como es normal, porque si no, dentro del abandono de muchos sería un caos. Hay gente que se levantaría y haría una reunión a las tres de la mañana; y eso es cierto que hay que tener una organización y la maleta bien colocadita y organizada por si hay que partir.

  Partir no quiere decir de este plano, que hasta que terminéis vuestra Misión seguiréis aquí. Pero tendréis que partir, abriros. Hay otros grupos que hay que desarrollar que están atrasados.

  Hermanos, nuestro Maestro Jesús cogió esa maleta y se marchó por el mundo con sus doce Apóstoles a regalar a sus hermanos sus palabras, sus oraciones y su forma de vivir. Hay grupos que están esperando que le entre por la puerta aire fresco que los renueve. Lo están demandando. Hay que coger la maleta y salir al mundo.

  Hay muchos caminos. Iniciáis el camino de párvulos, por decirlo de alguna manera. Cuando termináis ese camino pasáis al siguiente curso y al siguiente; y cuando podáis ser de ayuda a otros, tenéis que salir; porque todos los alumnos, en cualquier universidad, cuando están aptos se van a otras universidades o en esas mismas a enseñar lo mismo que ellos han recibido de sus progenitores, de sus padres, de la palabra, de las letras, y el camino sigue de otra manera, de otra forma.

  Cuando uno termina como alumno, tiene que empezar como profesor. Y esto que no lo interprete nadie de ninguna manera. El grupo no se va a romper. Este grupo no se va a romper; no permitimos nosotros que se rompa. Eso sí, os tenéis que multiplicar. La semana es muy larga. Hay gente que necesita de vosotros. Dejad rencillas pasadas atrás. Eso no conlleva a nada. Lo importante es lo que viene, no lo que pasó. Porque daros de cuenta:-Nuestro Amado Maestro ha perdonado a los que lo crucificaron.

  Tanto orgullo hay en la Humanidad… Por unas sencillas palabras no reagruparse... Y como bien decía antes una compañera: -Donde está la unión, está la fuerza.

  Hermanos, cada día nos es más fácil llegar a vosotros. Nos ponéis el camino de rosas con vuestras acciones día tras día. Todos habéis cambiado mucho con el llegado de gente nueva, de aires nuevos. De vez en cuando hay gente nueva. Unos vendrán más a menudo, otros menos, pero seguirán viniendo. Nosotros ya organizaremos para que no vengan todos juntos. Somos conscientes, pero necesitamos apoyo, vuestro apoyo. El Amor, mi Amor, el del Padre, el de nuestro Maestro y su Madre, el de toda la Luz.

Que el Amor os bendiga y se derrame sobre vosotros, igual que será derramada esa lluvia dorada, violeta, y que os bendiga nuestro Padre con Su bondad, con Su Amor. Que seáis bendecidos y que tengáis una buena semana, y un buen regreso a vuestras mansiones de la Tierra.

  Que así sea, y así es.