Orense, 26-4-2015 Agradecimientos desde el corazón del Yo Superior
Canalizado por Mª de los ángeles V.P:
¡Oh Dios! Bendito seas, -dice mi espíritu-, que colmas mi ser de felicidad, que colmas mi ser de esa ayuda que tanto necesita. Gracias amado Padre. Gracias, gracias.
¡Oh espíritu puro! Oh aquí lleno de Luz, lleno de Amor, lleno de comprensión, lleno de paz y felicidad. ¡Oh aquí! Yo soy uno contigo Padre. Me siento bien, muy bien. Soy feliz entregando todo lo que tengo, entregando mí ser a la unidad de mi Padre. Todos estamos conectados con Él, somos uno en Él.
Padrecito querido, qué bueno y bondadoso eres, que transmites tanta felicidad a los seres y a todos los corazones; a esos corazones sedientos de Amor... Padre, Padre amoroso que viertes en mi toda la felicidad. Deseo para todos mis hermanos la bendición, el anhelo. Gracias te digo Señor. Gracias te digo, por todo lo que llega a mí; ese puro afecto, esa pura transmisión de alegría, de bondad, de misericordia...
¡Oh amado Padre!, que no hay palabras para expresar todo lo que canalizo en estos momentos. No hay palabras Señor, no hay palabras para definir lo que siente mi alma. No hay palabras Padre mío, para decir quién eres y lo que haces en mí.
Gracias te doy por tu misericordia, por tu comprensión, por tu deleite de Amor. Padre, mi pecho arde de misericordia. Mi pecho arde de comprensión hacia todos mis hermanos. ¿Quién soy yo Señor para poner en duda todo lo que tú nos das, todo lo que dicen los demás? ¿Quién soy yo para juzgar? Vivo en paz, vivo en paz contigo Padre.
Padre, sorprendente es Tu creación, sorprendente es. Tienes un Amor tan grande, tan grande, que proteges toda la Humanidad. Y nosotros somos seres tan pequeños… a pesar de que tú digas que somos tan grandes. Nuestra ignorancia será más pequeña cuando sepamos ver todo, la inmensidad de todo lo que nos das; cuando sepamos ver que somos seres muy elevados, seres con una elevación superior. ¡Dios mío! ¡Dios mío!
Padre, yo solamente tengo palabras para expresar y decirte que te amo Padre mío, y de esa forma tan pequeña, porque no sé expresarlo, no sé expresar todo aquello que siento…
Padrecito querido, tu que nos haces tantos regalos a todo este planeta Tierra y nosotros no sabemos verlo. Toda la inmensidad de Amor que proyectas a nuestros corazones... Yo quiero agradecértelo Señor, agradecerte todo lo que estás haciendo por todos nosotros, por ese aliento Divino que proyectas a la Humanidad.
¡Oh ser amado! Ser querido que nos das la oportunidad de unirnos a todos nuestros hermanos...
A pesar de tantos y tantos defectos, tu no miras eso, Padre, tu solo nos ves como seres que somos, hijitos tuyos, y no miras nuestros defectos, solo nos amas.
¡Dios mío, Dios mío! Qué bella es la realidad de todo lo que había aquí. Estamos unidos a ti, Padre, estamos unidos a ti, padrecito querido. Estamos unidos a ti por esa energía Divina, esa energía cósmica que tanto nos ama.
No tengo miedo a morirme, Señor. Solo sé que cuando mi traje no sea ya el adecuado tendré que
irme, y pido a mis seres celestiales que me ayuden a poder evolucionar, a poder dejar aquí todo ese lastre pesado y en desarmonía que está, para entregarme a la armonía total.
Padre, padre. Te amo, te amo y quiero estar contigo siempre, en tu divina presencia ahora, en tu divina Luz. Padre mío. Padre mío. Padre mío…
Señor, envuélveme con tu manto de Amor, con tu energía pura, con tu energía sabia. Padre, padre mío, gracias pues tú me lo das todo. Me das la paz y la felicidad dentro de mi corazón. Señor, agradezco todos los sentidos. Agradezco todo el poder que envías a mí de tu creación, Señor. Agradezco todo el semblante maravilloso que puede llegar a mí.
Gracias, gracias señor. Gracias a todos los seres que has puesto en mí camino. Gracias Señor a aquellos que consideras que son los elegidos para enseñarme, mis maestros. Gracias y, perdóname por no saber interpretar ese papel que has puesto cerca de mí. Gracias, gracias amado Padre, por todo el tesón que has tenido conmigo. Gracias, gracias, gracias señor por la labor que has hecho conmigo, con mi ser, mi corazón.
Bendito seas. Bendito y alabado seas por siempre Señor. Bendito seas por siempre Señor. Bendito seas por siempre, amén.
Me inclino ante tus pies, ante tu energía Divina. Gracias, gracias, gracias Señor.
