SOBRE EL RENCOR


Resultado de imagen de imagenes de santos milagrosos


Orense 27-4-2015 Memorias del Padre Germán


 Canalizado por Mª de los ángeles V.P:

 Hermanos míos, os cuento el motivo de mi comunicado, siendo este de vital interés para todos los presentes. Siendo yo un mozalbete, me sentía atraído por el espíritu de una joven bien avenida. La joven en cuestión, no me miraba ni a la cara, pues era altiva y muy seria conmigo, cosa que yo entendía como un desprecio hacia mí persona.
 Cierto día la joven, en cuestión de segundos se precipitó por un precipicio, al cual nadie quería bajar a rescatarla por ser éste muy peligroso. Solo yo decidí auxiliarla. Mi espíritu me decía: aunque te mueras en el intento tienes que salvarla, pues no puede morir aún.

 Yo, obedeciendo aquella voz que tanto me decía -sálvala, me llené de valor y de temple y me propuse salvarla, utilizando para ello unas cuerdas que cogí en varios pozos del lugar.

 Ella estaba sostenida sobre unas ramas fuertes que le daban seguridad, pero el miedo de verse atrapada en un lugar reducido y con miedo a cansarse y seguir rodando precipicio a bajo la hizo cambiar de actitud. Nadie quiso arriesgar su vida por ella, y ella lo supo al contemplar la escena que allí se había producido.

 El mozalbete, que era yo, se presentó colgado de una gruesa cuerda. Ella, al verme se turbó. Era como si rechazase mi ayuda.

 ¡Qué ingenua idea! En tal lamentable situación y no necesitaba de mí... Ella prefería quedarse colgada de aquella rama sin apenas sustento.

 Yo no insistí, solo le dije: -Tengo poco tiempo para liberarte y urge, si no yo no hubiese expuesto mi vida para salvarte. Por hoy confía en mí, mañana será otro día. Ella levantó su vista, y tomando mi mano se agarró fuertemente a mí.

De pronto, un extraño escalofrío recorrió todo su cuerpo y el mío. Ella se abrazó fuertemente a mí y ansió con veraz pasión que yo estuviese en esos instantes ayudándola, siendo rescatada sin más. Todos los vecinos sabiendo que ella no tenía buen deseo hacia mi persona, le decían que gracias a mí estaba viva y coleando.

 Durante bastante tiempo no nos vimos, pero un día de sol y paseando por una pradera, la encontré sentada en meditación y no quise interrumpir su sosiego. Caminé alejándome suavemente, cuando de pronto escuche dentro de mí una voz que decía: -Retrocede, éste es el momento elegido por los Guías.

 Yo así lo hice y retrocedí, quedándome quieto a su lado sin hacer el menor gesto, para que ella no sintiese mi presencia. Cuando de pronto, ella levantó su rostro y dijo consternada: -Perdona todo el daño causado por mí. Soy una egoísta y no tengo corazón. Después de haberme salvado la vida, aún pensé que tendría derecho a mandar en ti. Hoy he descubierto quién soy en realidad.

 Soy un ser vil y ruin que me sirvo del poder para martirizar a los que están a mi lado. Te ruego me perdones, pues anteriormente te quité la vida, y hoy nuevamente pretendía quitártela. En cuestión de segundos me di cuenta de lo malvada que soy, y quiero enmendar el daño causado en ésta vida, sin olvidarme de mí vida pasada. Siendo yo una princesa de sangre real, te mandé matar por no entender lo que yo sentía dentro de mi corazón, hoy sí lo entiendo.

 La pasión que yo siento es el fruto de muchas vidas vividas cerca el uno del otro y de habernos hecho mucho daño. Por eso hoy quiero festejar éste éxito de mí triunfo contra los que me perseguían, o me persiguen, atenazándome siempre con su maldad.
 Hoy sin embargo estoy dispuesta a dar ése salto y desligarme del pasado, para que quede libre y limpia mi alma. Mis Guías están deseosos de que me enfrente al vacío y salga de ésa negrura en la que tanto tiempo estuve sin darme cuenta. Quiero por tanto, proponerte que nos veamos más a menudo, y siento dentro de mí que si reina el Amor y el perdón en mi interior, esto será fácil de conseguir. Yo lo comprendí por su llanto y vi que ahora era sincera del todo.

 Seguimos viéndonos más a menudo y nuestro acercamiento acabó en una crucial unión. Siendo yo un marido y padre de varios hijos a los que los dos amamos y entregamos nuestro Amor sin reservas, entregándonos el uno al otro con sinceridad plena y sellando nuestro pacto de amistad para el resto de nuestros días.

 Los dos desencarnamos en plena juventud, y cuando nos encontramos en le plano espiritual nos abrazamos fuertemente, pues habíamos superado la prueba más dolorosa; y ésta fue -La prueba del rencor, pues no podíamos perdonarnos el uno al otro y por fin lo superamos y hoy estamos disfrutando nuestro éxito.

 Yo os digo: -Perdonar siempre a los que os hagan daño, no penséis que es por su poca fe, puede que sean motivos de vidas pasadas que vosotros desconocéis, y esto es así de sencillo. Sin lugar a dudas no tendréis que arrepentiros de vuestras acciones.

 Un saludo mío y de tu Guía de trabajo, que siempre está contigo y en tu compañía, y con cierto temor de que tu no me creas. Soy yo, el que realmente me expreso así. Sigue mis capítulos que serán muchos para enseñaros lo que fue mi vida física. Tuve que pasarlo mal, muy mal, para purificar mi alma.

  Un saludo, Padre Germán.