NADIE NOS ENSEÑO LO MAS IMPORTANTE Y AHORA ESTAMOS PERDIDOS

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Orense, 9-4-2016 Comunicado y consejos de un desencarnado

 Canalizado por alguien del grupo:
Queridos hermanos, ¡qué mal, qué mal! Ojala nos hubieran explicado algo de esto que vosotros sabéis, para no dar tantos, tantos tumbos… Tantos empujones como nosotros damos… y también nos dan y no entendemos nada. Nos caemos y volvemos a levantarnos. Tiramos, hacemos daño... Enfermamos a las gentes, a los hermanos, y nosotros sin entender nada, porque morimos con los ojos cerrados, ¡claro! Pero también los del alma están cerrados; porque los del cuerpo claro que se cierran. Pero no abrimos los ojos del alma para saber dónde esperar, o donde ir. Eso no lo sabemos hermanos, porque nadie nos lo dice.
 Nos enseñan muchas cosas. Los que tenemos una cultura y aprendimos, porque tuvimos mucha suerte que nuestros padres nos mandaron a colegios buenos para recibir una educación. Pero allí tampoco te lo explican, pues posiblemente tampoco ellos lo sepan. Y si alguno lo sabe, igual no lo cuenta, porque no está bien visto. Porque no está bien. Quizás alguno se buscará la vida, más o menos, pero no lo cuentan en las aulas de las universidades. No nos dan clases de estas cosas; aunque sea poquita, no nos dan ninguna pincelada hermanos. No sabemos nada. Nos morimos ignorantes, pero con mucha educación; el que tuvo la suerte de tenerla y se la pagaron sus padres, por haber nacido en una familia acomodada, o rica, llamémosle así.

 Pero no nos enseñan lo más importante: que es el saber morir y a donde tenemos que ir, y donde pedir ayuda para avanzar. Eso es lo más importante y no lo enseñan. Y por otro lado los curas nos dicen que todo es pecado. Que todo está mal. Si haces el amor está mal. Si bebes unas copas de vino, está mal. Que si te gustan las mujeres o los hombres, está mal. Y nos hacemos un lio… Pero cuando se acaba todo viene esto y nos encontramos muy perdidos.

 Bueno, vosotros qué afortunados sois, ¡Madre mía! Vosotros sí que lleváis una educación. La educación más grande de la vida. Porque primeramente sabéis a donde os tenéis que dirigir. Nosotros tuvimos muchas vivencias pero no sabemos a donde tenemos que ir. Nos creemos que al morir… Algunos tenemos dudas, ja, ja, ja, ¿pero qué dudas? Pero otros ni eso; porque dicen que no existe nada. Te pintan a un Dios en una cruz al que has tenido siempre miedo, o respeto, y es lo único que sabes.

 Efectivamente hermanos. Dios no está ahí. Jesús no está ahí; pero nos lo dicen así y nosotros también lo creemos y tememos. Le tememos, ¡qué barbaridad! ¡Qué barbaridad!

  Bueno, yo no os quiero dar más la lata; simplemente deciros que hoy he despertado a la realidad y hoy sí que soy muy afortunado. Pues he leído tantos libros… He estudiado tanto… He tenido puestos de trabajo fantásticos… He tenido dinero, porque, fijaros bien lo que os digo: -He tenido dinero, pero ahora conmigo no está. Por más que lo he buscado no lo he encontrado. Lo he buscado ¡eh! Dije yo: a ver si con el dinero puedo encontrar a alguien que me lleve a donde tengo que ir. Porque no sabía. Tonto de mí…

  Se quedaría ahí para que se peleasen unos con otros; porque es lo único para lo que sirve el dinero, y creo que en mi familia hay mucho de eso. Se pelean… ¡Dios mío! Mira para lo que sirve el dinero.

 Qué tontos somos, porque, aparte de no saber lo que hacemos ni a donde tenemos que ir, fijaros: le dejamos una cantidad de dinero a nuestros hijos que hasta le provocamos un mal rollo y no se vuelven a hablar. Fijaros lo que puede llegar a hacer el ser humano, hermanos. Lo que llega a hacer... Fijaros bien. Hasta no pensamos que lo que le dejamos va a ser la desgracia de ellos… ¡Qué tristeza! Yo que veía a mis hijos, porque eso sí que lo vi en las casas peleados unos con otros. No se hablan. Y si se hablan es para preguntar si todavía queda algo por ahí.

 Fijaros lo que yo he hecho. Qué tristeza, ¡nazch! Perdóname Señor, porque fui un necio y un tonto. Un necio y un tonto, cosa que vosotros ya no lo vais a ser; por lo menos vais a saber a dónde vais. El resto, esperemos que no peleen por ese poco o mucho que dejéis. Pero, cuidadito que hoy son capaces de todo… ¡pfff! Yo miro a mi alrededor… Y aquí estos hermanos que están como yo, están diciendo que sí con la cabeza. Que les ha pasado igual.

 Y os voy a decir, porque aquí estamos mezclados todas las clases sociales. Aquí no tenemos ninguna preferencia. Todos estamos en el mismo lugar los que estamos como yo, pero: pobres y ricos, ricos y pobres. Hay que grandeza, qué grandeza. Que todos tenemos que pasar por lo mismo y aquí no hay preferencias. Aquí no hay cultura ni riquezas. No hay nada. A veces, me está diciendo aquí un hermano: -el que más pobre y más ignorante es y que sus padres no sabían ni leer ni escribir, nos lleva un montón de camino andado hermanos. Nos lleva un montón de camino adelantado. Van por delante de nosotros. Fijaros… Pero bueno…

  Perdonar por mi retórica, pero es que esto ha sido mi vivencia y os la he contado. Yo sé que a vosotros no os hace falta porque vosotros ya no caeréis en eso. Sin embargo, si cuadra lo podréis contar a alguien para que le pueda ayudar.

  Muchas gracias y, perdonar por todo. Que Dios os bendiga, y yo empezaré mi camino. Hoy he adelantado mucho, pero aún me queda mucho, mucho que caminar. Pero por lo menos ahora ya sé a dónde tengo que dirigir mis pasos para empezar a caminar.

  Muchas gracias hermanos por vuestra ayuda.