DIALOGOS CON UNA MONJA

 Resultado de imagen de fotos de convento de monjas

Orense, 30-7-2016 Encuentro muy ameno con una monja

 Canalizado por alguien del grupo:

 Estaba triste, y estaba así tan baja... Andaba buscando una caridad. Un sitio donde me pudieran informar. Donde me pudieran decir porque yo me encuentro en este estado. No sé, no sé. Andaba de aquí para allí.
 Yo soy muy viajera y me gusta viajar mucho, pero siempre estaba con esa cosa en mi cabeza que algo no me cuadraba. Yo notaba que algo no iba muy bien, porque no me veía nadie. No me atendía nadie. Iba a la estación, pedía un billete para trasladarme y a mí nadie me daba nada. Pero yo entraba en el tren y como nadie me decía nada, yo pensaba: “me voy a colar”, pero nadie me miraba. Yo decía para mí: “qué cosa más rara”.

 Pero no tenía mucha información, hermanos; asea: yo veía a otros que eran como yo, que andaban así despistados… pero éramos muy dispares porque, unos se burlaban, otros hacían maldades... Yo no. Me gustaba viajar…

  Yo viajé mucho, hermanos. Últimamente estaba que ya no trabajaba. Jubilada, vamos a llamarle así, porque yo era monja; pero era una monja obrera, llamémosle así. Yo no estaba allí rezando todo el día en el convento. Sí, también teníamos momentos de oración y de recogimiento. Yo trabajaba, hermanos. Teníamos un huerto y tenía que trabajar en él, pues teníamos turnos. Allí no había señoritas, no. No había nadie de… Bueno unas tenían un largo más grande que otras y eran más mayores. Pero allí todas trabajábamos hermanos.

 Se hacía de todo. Pero yo anduve por muchos sitios. Anduve mucho por Sud América y anduve por muchas partes. Yo ayudaba allí donde yo podía y donde se me llamaba. Pero me gustaba viajar. Y una vez que ya me hice así, “mayor” pues decidieron que tenía que irme para una casa de retiro.

  Pero yo, con lo que tenía, me gustaba viajar y mirar, mirar. Porque no hay cosa más bonita que marchar y visitar otros lados. Mirar otras culturas y observar. Observar hermanos, observar.

 Vosotros, hay quien pasa por la vida y no observa, no se fija. Es bonito ver un pájaro. Mirar. Pasar al lado de una fuente y sentir el sonido. Ir al mar y escuchar el sonido de las olas cuando vienen, y después cuando bajan retirándose. Eso no se mira. Se anda corriendo mucho.

  Y diréis. ¿Y tú? Bueno. Si no fuiste mala y ayudaste, ¿cómo es que andas así?

  ¡Ay hermanos! porque yo aunque cumplí en esta vida, yo arrastro cosas de otras reencarnaciones y mis vivencias vividas, y siempre quedan flecos. También tuve mis cosas hermanos, que no son para comentar ahora. Porque todos traemos cosillas poco buenas. Traemos un poquito de… llamémosle un poquito de ego.

 Porque si venimos a realizar una cosa, tenemos que hacerlo lo mejor posible. No pueden afectarnos ciertos asuntos, ni intervenir en cosas que no nos corresponden hermanos. O también consentir cosas que no deben ser consentidas. Porque aunque no las hagas tú, las consientes y te estás haciendo partícipe de esas malas acciones por omisión. Cuando las consientes y miras para otro lado eres cómplice. Eres cómplice.

 Y no se entiende eso hermanos. Y uno, si tú no lo quieres denunciar, que a veces se debe, para que esas cosas se rectifiquen. Hay que hablar y no ser comparsa hermanos. Yo fui muy comparsa. Porque era muy alegre y “pessss” pensaba que eran cosas así de la comunidad. No hermanos, no. No es así. Pero claro, esos flequillos o esas cosillas, quedaron ahí.

  A mí me gustaba mucho el canto. El sentir cantar. Un cantante. Yo iba a los conciertos de aquellos que me gustaban. Yo en mis horas libres iba a conciertos, porque me gustaba la música. Me gustaba el buen cantante y el respeto. No me gustaban las cosas que no tenían que ser, pero el canto me gustaba oírlo. Me gustaba relajarme oyendo música clásica, a veces de iglesia; y a veces también me gustaba la música de Rocío Jurado. Le ponía mucho sentimiento. A mí me gustan las canciones de sentimiento. Me gustaba Miguel Ríos, “El himno de la alegría”. Me gustaba también visitar una exposición buena; me gustaban muchas cosas, porque teníamos vacaciones y visitábamos a nuestras familias. Y esas vacaciones que te daban, tú tenías la libertad para ir donde quisieras y distribuir tu tiempo como quisieras, hermanos.

  Y bueno. ¡Cuánto me agrada haberos hablado! Porque esta hermana empezó a cantar y, ahí dije yo: “este es mi sitio” Aquí me van a decir algo. O tal vez me ayuden de alguna forma. Ya de entrada me gustó el ambiente, porque hay muy buena vibración. Y hay aquí Seres de mucha Luz, porque vemos esa Luz.

  Yo la veo hermanos, pero no puedo acercarme a ella porque está lejos. No puedo, pero la veo y nos ayuda hermanos. Pero hay otros que no la ven. Dicen que no ven nada. ¡Pero claro!, si no ven nada es porque nunca hicieron nada. La cosa es así. Tampoco se preocuparon de trabajar el espíritu y para con los otros necesitados. Pasaron por la vida sin pena ni gloria.

  Para eso hay que trabajar hermanos. Qué os voy a decir a vosotros que estáis trabajando… Pero también es verdad que a veces pasáis vuestras cosas, pero hay que pasarlas. A veces hay que aprender ciertas lecciones y, naturalmente que se aprende mucho con el dolor, hermanos. Con las alegrías no se aprende. Con las alegrías eres feliz, pero no aprendes; no te paras a reflexionar en las cosas sencillas porque no sufres. Pero cuando te toca de cerca a un ser cercano, te duele y dices ¡Ay caray!

 Pero también sirve para el aprendizaje de los demás que están a tu lado. Porque, esta hermana, por ejemplo… ¡Claro que estáis protegidos! Tenéis mucha protección, pero eso no quiere decir que no tengáis que pasar por ciertas cosas. ¡Ah, amigo mío! Ella se cree que como estaba con su padre… por rezar y estar ahí, que ella trabajó. Ayudó mucho para hacer trabajar a su padre. Su padre, me dice aquí uno que al parecer era muy bueno y que eso... A veces le amargaba, pero que aprendió la lección. Está aquí un familiar de él y me lo dice, pero él no está.

  Yo era muy habladora. Tenéis que perdonarme porque hablo mucho. Yo hablo mucho, mucho, muchísimo… Era muy pesada, pero bueno… Es lo que hay. Entonces, todos tenemos que aprender las lecciones que nos tocan vivir. Si no aprendemos con el dolor nuestro, nos hace meditar y aprender con el dolor de aquellos que nosotros queremos. A veces a nosotros no nos dan ese dolor, pero se lo dan a alguien a nuestro lado para despertar y para ver que hay que seguir empujando.

 Ahí también está el aceptarlo y seguir trabajando; no decir: “va, esto hay que dejarlo ahí, porque total…” Ahí está también el aprender. Está el superar las pruebas y saberlas llevar hermanos. Unas veces bien y otras mal. Pero eso es así; porque cuando vivimos también somos materia y eso pesa hermanos, pesa. Os lo dice una que lo pasó…

  Yo me llamo Ángeles. Sor Ángeles cuando yo vivía en la Tierra. Hoy aquí soy Ángeles, pero de aquellas era Sor Ángeles. Yo pido ayuda al Señor y le pido perdón por las faltas que cometí y de todo lo malo que hice, que las hice... Hice cosas buenas, pero las malas también están ahí y hay que pasarlas. No os creáis que es como aquel que va a la misa y se confiesa, y después vuelve y vuelve a repetir errores pensando que con la confesión queda libre de todo. No. No es así. La gente se cree que es así pero no lo es.

 Hoy estoy muy contenta, porque al fin y al cabo he encontrado mi camino, y tuve que venir a cogerlo aquí. Yo estuve en un convento de León.

  Y tú, hermano, vas a salir adelante, con tu trabajo y las ayudas que estás teniendo. Va a costar trabajo, porque esto es una enfermedad complicada, en el sentido de que es una enfermedad que hay que cuidarla más que otras. No es una gripe. Cuesta más. Pero, ten fe que por lo poco que sabe esta monja que fui, van a ayudarte y te están ayudando muchísimo hermano, y ahí ya tienes una ventaja grandísima hermano. Grandísima. Ya verás. Tú sigue lo mismo que todo se va a arreglar. Todo se va a arreglar Hermaniños, pues sois: Primeramente Trabajadores de la Luz, y eso es muy importante el que estéis trabajando.

 Hoy lo hacéis por vosotros mismos; pero otras, por otros que no conocéis y nunca os negasteis.

  Y tú, hermana, que estás trabajando muchísimo, Dios te bendiga y Dios os bendiga a todos vosotros. Otros están por ahí haciendo lo que no deben, como digo yo, y mirando por aquí y por allí, y estando con cosas que para ellos son agradables, más que esto. Esto no lo harían. Y eso también tiene mérito, hermanos. Pero también os gusta y vivís el momento y aquí sois felices. Porque la felicidad que tenéis aquí hermanos, eso la lleváis dentro de vosotros. Y aunque tengáis problemas, ese ser interior que está dentro de vosotros se abre y se ensancha con la energía que tenéis y que os dan cada día los Seres de Luz que os vienen a ayudar. Entonces vuestro Ser interior se abre, se expande, se eleva mucho. Andáis con ello. Algunas veces también con vuestros problemillas, pero lo lleváis de otra manera. Lo lleváis de otra manera.

  ¡Vaya por Dios, es fantástico! Yo esto no lo sabía. Era monja sí. Yo sabía que había un alma, pero decía: el alma sí, pero esto lo desconocía. Sabíamos que nos moríamos y que nos íbamos, pero esto lo desconocíamos, pero bueno. 

 Ojito que algunas monjas no lo creen ¡eh! No valláis a pensar que… Predican pero, muchas piensan que cuando se muere ya no existe nada más, y les va a costar más cuando llegue su hora.

 Perdonadme porque he hablado mucho, pero también necesitaba hablar. Estaba contenta y feliz. Pasé un rato muy agradable con vosotros y me voy feliz.

 Gracias Señor porque me has dado este momentito de poder hablar con estos hermanos y de ser feliz. Yo ya sabía que tenía que avanzar, pero ahora, Señor, ahora ya es otra cosa. Empiezo mi camino. Empiezo mi trabajo porque yo me pongo a tu disposición Señor, para ayudar en cuanto pueda, que es lo que quiero hacer: ayudar y seguir ayudando a los hermanos que están perdidos y no saben a dónde ir, para yo guiarlos y hablarles.

  Muchas gracias. Que Dios os bendiga. Luz y Amor para todos, y ya está. Luz y Amor, y mucha salud para vosotros y vuestras familias; y para todos aquellos que vosotros queráis. Para todos. Para todo el planeta.

 Muchísimas gracias