Orense, 28-10-2016 Mensaje de Nuña, la madre de Mari
Canalizado por Mª de los ángeles V.P:
Mari: Arcángel Miguel, te pido una orientación. Dime como está mi mamá. Y a continuación llamo por ella como si fuese por un teléfono móvil: mamá, mamá, mamá. Y ella me responde.
Dime hija, estoy bien, muy bien. Al principio noté como un poco de mareo o turbación, pero ahora mismo estoy muy bien y deseo decirte que no pienses en mi como si tuviera dolor, sino, con alegría.
Estoy contenta de estar aquí y muy agradecida por todos los cuidados que me diste. No supe agradecerte la gran bondad que en todo pusiste. Era tanto el desasosiego que estaba teniendo que casi siempre estaba rebelde y confusa.
Hoy, hija querida, confieso que tuve mucha suerte con el Amor tan grande que depositaste en mí enfermedad y deseo darte las gracias.
Mari, Mari querida, deseo que seas muy feliz y vivas de acuerdo a esas Leyes tan hermosas, y mires a esos ángeles que tantos momentos de Amor me dieron. Solo, cariño, te pido que mires por papá para que se sienta amado como yo me sentí.
Sé que tú corazón es muy grande y lo haces sin que te lo pida, pero él necesita Amor antes de tomar el camino a este lugar tan bello, donde la claridad casi es cegadora, los pajarillos cantan sin cesar y la paz reina en el corazón.
Yo, Mariña querida, soy muy dichosa de estar aquí. Lo siento, lo siento, lo siento lo mal que te lo hice pasar con mi enfermedad y no me siento orgullosa por ello.
Nena, perdóname los desaires. No tenía ganas de compartir nada. Sufrí mucho pero, estoy aquí y me siento muy bien y deseo decírtelo antes de que me olvide. Te quiero, Mari querida. Y sigue pidiendo por la paz; sobre todo por la paz de la familia.
Hoy que estoy lúcida, quiero agradecer a todos las oraciones que me mandaron. Estas me ayudaron a desprenderme de mi cuerpo material, pues yo sola no sabía hacerlo. Gracias, gracias, gracias por vuestra ayuda.
Y a ti, Amor, que Dios te premie por tu dedicación hacia nosotros; y no estés triste que yo estoy bien y deseando que papá llegue también. Te amo Mariña, te amo; y sobre todo, cuida a Sindo que se lo merece por la voluntad tan grande que pone en todo, y por el Amor que puso al cuidarnos.
Yo no sabía nada de su enfermedad. Aunque nadie me lo dijo, ahora sí lo sé. Gracias Sindo de corazón. No tengo expresión para decirte todo el cariño que pusiste al cuidarnos, y tus palabras y gestos que usaste para conmigo. Te lo agradezco hijo querido. Siempre te quise y te seguiré queriendo. Tú cuídate mucho que lo necesitas; y desde aquí velaré por ti. Y gracias, gracias por todo lo que hiciste por mí: -llevarme a los médicos y cuidarme como si fuese tu madre, que en este caso no lo era, pero tu corazón grande no permitía que me dejases abandonada. Gracias, gracias cariño por cuidarnos a los dos, a Camilo y a mí. Siempre estaré para ti dándote aliento.
Os amo a los dos. Hicisteis una gran obra de misericordia y os tengo aquí presentes, y os doy un beso muy grande y hermoso. Gracias de corazón y que Dios os bendiga.
PD: Mari, gracias por el cordón que me pusiste de Santa Rita. Cariño, te acordaste. No era necesario, eso son cosas materiales. Aquí solo lo espiritual vale, pero te lo agradezco mucho. Eso quiere decir que tu ser estaba atento a mis peticiones. Yo no me acordaba de lo que te había pedido.
Gracias por tú lealtad y, cariño, os quiero. Me despido con un –Hasta pronto-.
Luz y Amor, y gracias a este ángel que me acompaña.
Nuña
